El PSOE comienza a sospechar que Ciudadanos está instalado en una nueva campaña y que, aupado en el lomo del triunfo del 21-D, trabaja con la idea de una repetición electoral en Cataluña. Solo desde esa tesis entienden los socialistas los «continuos ataques» que el PSC recibe de la líder catalana, Inés Arrimadas, tras los comicios. En un contexto de elecciones permanentes, creen que el partido naranja confía en ampliar sus escaños a costa de la formación de Miquel Iceta.

La hipótesis la lanzó ayer el portavoz de la Ejecutiva del PSOE, Óscar Puente, que reprochó a C’s que, en lugar de tender puentes y hacer lo imposible por construir una mayoría alternativa al independentismo, ataque al PSC para ganar terreno por si hay que volver a las urnas.

«Si uno quiere formar gobierno lo que no hace es atacar. Si lo que hace es atacar, no está en esa dinámica. Quizá está atacando al PSC para desgastarle pensando que una nueva convocatoria», sugirió Puente, quien envió un mensaje claro a la ganadora de las elecciones: «Si Arrimadas quiere presidir el Parlament y la Generalitat no debería atacar sistemáticamente a los únicos apoyos que tiene. Quizá si lo hace, es porque no tiene esa aspiración», planteó el portavoz socialista. El PSOE considera que la eventual reforma del reglamento para una investidura de Carles Puigdemont como president de forma telemática desde Bruselas es una «propuesta absolutamente estrambótica» y, en cualquier caso, lo que menos necesita Cataluña en el actual clima de frenazo económico frente al despegue del resto de autonomías.

Puente, señaló que si los dirigentes de Junts Per Catalunya van adelante con ese plan es que «no van en serio con su país, ni siquiera con la independencia, pero menos aún con Cataluña».

En el arranque del 2018, sin embargo, el PSOE trata de marcar la agenda en los temas sociales y este lunes expuso su propuesta para dotar de estabilidad a un sistema de pensiones que se tambalea. Los socialistas proponen crear una «nueva cesta de impuestos» que descartan aplicar a trabajadores y clases medias. Aunque no concretaron la iniciativa (lo harán en febrero cuando presenten su reforma fiscal) la línea de lo expuesto parece indicar que se gravará a las rentas más altas y a las grandes empresas.

CESTA DE IMPUESTOS / Con estos impuestos finalistas el PSOE calcula que se ingresarían 2.750 millones de euros cada año que se podrían destinar al fondo de pensiones. La secretaria de Seguridad Social socialista, Magdalena Valerio, recordó que cuando el PP llegó a la Moncloa, en 2011, la hucha para las pensiones tenía 67.000 millones de euros, de los que quedan 8.000.

En la actualidad el Estado paga 9,5 millones de euros en pensiones anualmente y se calcula que en 2050 esa cifra ascenderá a 15 millones.