Un día después de la conmemoración del segundo aniversario del 11-M, pasada ya la jornada de duelo, el Gobierno respondió ayer al PP, quien el mismo día de los homenajes a las víctimas insistió en sembrar dudas sobre la autoría de los atentados que causaron 192 muertos en Madrid. La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, fue la encargada de acusar de "irresponsables" a los dirigentes del PP por tender "sombras de sospecha" sobre el funcionamiento de la Justicia y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en la investigación del 11-M.

Para la vicepresidenta, tanto el juez que instruye la causa, Juan del Olmo, como los policías que indagaron sobre lo ocurrido, señalan en todo momento al terrorismo islamista como el autor de la matanza. La actitud del PP se debe, dijo De la Vega, a que "le cuesta asumir que hace dos años los ciudadanos le retiraron mayoritariamente su confianza". Respondía así a las declaraciones de Mariano Rajoy antes del homenaje oficial a las víctimas del 11-M, en las que reclamó al Ejecutivo que se siga investigando "para averiguar quiénes han sido" los autores de la matanza y evitar que se repita.

En similares términos se expresó la presidenta de la Comunidad de Madrid. Esperanza Aguirre ironizó acerca de que el grito de "quién ha sido", coreado hace dos años en las protestas tras el atentado, "tiene que ser algo más que un método para derribar gobiernos".

Las tesis de los conservadores fueron ratificadas ayer por el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, quien insistió en que "todos los terrorismos están conectados". Desde Granada, Arenas mostró su "extrañeza" por que al PSOE "le moleste tanto" que su partido diga que quiere "saber toda la verdad" sobre los atentados.

De la Vega, que clausuró en Sevilla la convención municipal del PSOE, lamentó esas palabras y subrayó el "apoyo, reconocimiento y gratitud" del Ejecutivo a "todos cuantos vienen interviniendo en la investigación judicial y policial, y en la depuración de responsabilidades por el atentado". El presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se mostró más duro, y acusó al PP de situarse como un partido "antisistema" que "no reconoce ni respeta ninguna" institución del Estado.

Chaves lamentó que "si ETA pone una bomba, el PP no mira a la banda terrorista para condenarlo, sino al Gobierno democrático de la nación española". Y puso otro ejemplo: "Si hay una pugna entre dos empresas para quedarse con la principal eléctrica, prefieren la empresa alemana a la española. ¿O es qué piensan que Cataluña no es España?", se preguntó Chaves.