Ciudadanos provoca en el PSOE menos sarpullidos que ERC. Ahora que los naranjas han girado al centro, a raíz del estallido de la pandemia y tras la dimisión de Albert Rivera, varios presidentes autonómicos socialistas empujan para que el Gobierno intente sellar una alianza con ellos cara a los próximos Presupuestos Generales del Estado. «Tenemos que intentarlo», dijo ayer el extremeño Guillermo Fernández Vara, encargado de comparecer tras la reunión telemática que Pedro Sánchez mantuvo con todos los líderes territoriales de su partido. Al mismo tiempo, retó a la derecha a hacer irrelevante el voto de ERC si les preocupa qué contrapartida pueda obtener el independentismo.

Pasado lo peor de la pandemia, al menos de momento, el Ejecutivo comienza a plantearse los Presupuestos del año que viene, que según Sánchez serán de «reconstrucción». La base de las cuentas públicas seguirá siendo el pacto que firmó con Pablo Iglesias, pero el Ejecutivo necesita más apoyos parlamentarios.

Sánchez, de momento, apela a todos los partidos, subrayando la necesidad de alcanzar «acuerdos transversales». «Todos tenemos que poner de nuestro lado. Sería una muy buena noticia […] tener unos Presupuestos amoldados a la realidad económica y social tan extraordinaria», dijo el domingo Sánchez.

ECUACIÓN COMPLEJA / En la Moncloa, sin embargo, consideran poco probable un acuerdo presupuestario que incluya a la mayoría de la investidura y a Cs, por mucho que hayan virado los liberales. Conjugar las sensibilidades de formaciones de izquierda como Unidas Podemos y Más País con el partido de Inés Arrimadas es «muy difícil», anticipan en la Moncloa. Y luego está ERC, siempre reacia a entenderse con los naranjas.

En Cs son de la misma opinión. «Si los Presupuestos van a estar marcados por las políticas surrealistas de Podemos, será muy difícil contar con nosotros», señaló ayer la portavoz del partido, Melisa Rodríguez.

Pero si Cs apoyara, la participación del partido de Oriol Junqueras ya no tendría por qué ser necesaria. Esa es la opción que alientan los barones del PSOE, que aceptan las cesiones del Gobierno a los republicanos con bastante incomodidad. «Me gustaría vivir en un país en el que los que se quieren ir de él fueran irrelevantes. Hay grupos políticos que se han inhibido de la situación del país y siempre tenemos que depender de los nacionalistas», dijo Vara. Aunque también ve complejo lograr el apoyo de los de Arrimadas.

«El Presupuesto no puede ser ni el que queremos nosotros, ni el que quiera Podemos, ni el que quiera Ciudadanos ni el que quiera ERC ni nadie. Tiene que ser el que sume. Y hay que intentarlo. Si apriorísticamente nos situamos ya fuera del acuerdo...», subrayó en rueda de prensa telemática desde Mérida.

Ahora bien, a aquellos que les pueda preocupar la contrapartida que pudiese obtener ERC a cambio de favorecer la aprobación del Presupuesto, Vara les retó a que hagan posible «que no pinten nada», recordando a la oposición que queda toda la legislatura por delante y no hay elecciones generales a la vista.

Vara no se ha arrepentido de los recelos que expresó en el pasado sobre gobernar en coalición con Podemos, la única fórmula posible desde el momento que, dijo, la derecha «se inhibió». Pero, subrayó , si el pacto de Gobierno «se ejerce desde la lealtad», él no tiene nada más que decir.