La asunción de responsabilidades políticas también debe afectar al Partido Popular. Así lo reclama el PSOE, tras asumir esta semana la dimisión del ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, por coincidir en una cacería con el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.

Los socialistas recriminan al PP otra reunión: la del vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Fernando de Rosa, con el presidente de la Comunidad valenciana, Francisco Camps, el pasado viernes en el palacio de la Generalitat, un día después de que se conociera que el mandatario valenciano era uno de los investigados en la trama de corrupción que investiga el juez Garzón.

EXCONSEJERO Este mismo día, el viernes, De Rosa había criticado con contundencia a Garzón al acusarle incluso de un delito de prevaricación por no inhibirse en la investigación, aunque el pasado martes acabó pidiendo disculpas. La secretaria de política institucional y autonómica del PSOE, Mar Moreno, reclamó ayer al presidente de los populares, Mariano Rajoy, que explique para qué se reunieron "en secreto el pasado viernes" Camps y De Rosa, tal y como publicó ayer el diario Público, y si Rajoy "va a actuar contra De Rosa como ha hecho con Garzón".

De Rosa fue consejero de Justicia del Ejecutivo autonómico de Francisco Camps, a quien apoyó públicamente tras calificarlo de persona "absolutamente honrada". Fernando de Rosa aseguró que sí estuvo en la Generalitat valenciana y que fue para "recoger teletipos".

Camps también se entrevistó ese viernes en la Generalitat con el diputado del PP José María Michavila, que trató de mediar en operaciones que afectaban al Ayuntamiento de Boadilla (Madrid), bajo el mandato del dimitido alcalde Arturo González Panero, según informó ayer la cadena SER.