Los socialistas de Castilla-La Mancha no parecen dispuestos a dejar que la número dos del PP y candidata a presidenta de la región, María Dolores de Cospedal, siga acaparando espacio en los medios de comunicación asegurando que el PSOE manchego espía a los populares. Por eso, ayer anunciaron que han presentado una demanda de conciliación contra la dirigente conservadora, a fin de que "reconozca" que acusó injustamente a los socialistas de contratar detectives privados para seguir a militantes de su partido. La otra opción que le quedaría a De Cospedal sería presentar pruebas que sustenten sus polémicas acusaciones.

El secretario de organización del PSOE en la citada comunidad autónoma, José Manuel Caballero, cargó ayer contra la secretaria general del PP por haber hecho insinuaciones sobre espionaje "con la única finalidad de lesionar el honor y la dignidad" de los socialistas, "en una inadmisible estrategia preelectoral". Asimismo, avisó a Cospedal de que, si no atiende al acto de conciliación, el PSOE iniciará "cuantas acciones legales correspondan".

CARNET DE MILITANTE Los últimos argumentos de los populares para defender sus tesis es que el responsable de la agencia de detectives que hizo averiguaciones sobre la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, tiene carnet de militante del PSOE. La dirección socialista en Castilla-La Mancha se ha desvinculado de las acciones que, de modo particular o por encargo de terceros, haya hecho el detective, e insiste en que hay intención de llevar el caso ante el juez.

Según el responsable de organización del PSOE en la región, su objetivo no pasa por judicializar la vida política en esta comunidad autónoma. "Pero no se puede dar la callada por respuesta cuando se está haciendo una acusación tan grave contra un partido político tan importante como es el PSOE", subrayó.