ERC y Pedro Sánchez no estuvieron en el final del congreso del PSC, pero la investidura sobrevoló la cita. José Luis Ábalos, ministro de Fomento, avisó ayer a los republicanos que quizás no habrá otra oportunidad para el diálogo. El secretario de organización del PSOE afirmó asimismo que la investidura es el «primer paso para abordar el proceso de diálogo o debate». Y que «empeñarse en poner condiciones sobre lo previo es absurdo. Arranquemos ya si queremos ya encarar este problema tan complejo», comentó como una de las piezas claves para la negociación.

Ábalos contestaba de esta manera al vicepresidente de la Generalitat y coordinador general de ERC, Pere Aragonès, quien ayer, en una entrevista a La Vanguardia sostenía que en la mesa de diálogo debía tratarse la libertad de los presos condenados por el procés.

Una condición que no gustó en el PSOE. «Si no se aprovecha esta oportunidad, la tesis del diálogo se quebrará», volvió a advertir Ábalos a ERC. «No sé si habrá otros momentos. Tenemos que tomar decisiones importantes antes de que se frustren».

Ya lo había advertido el día anterior la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, quien erigió a los socialistas como los defensores del diálogo para conseguir una solución al conflicto territorial, y añadió, señalando al independentismo: «Las únicas revoluciones posibles son las que permiten estar todos y cumplir las normas».

SEMANA CLAVE / Lo cierto es que esta semana que arranca es clave. No solo en clave política, también en la judicial. Un día marcado en rojo para la negociación de investidura de Pedro Sánchez es el fallo del Tribunal de Justicia Europeo (TJUE) sobre la inmunidad de Oriol Junqueras, que será el jueves. La sensación que comparten todas las fuentes consultadas es la de intriga ante la absoluta imprevisibilidad del fallo del tribunal sito en Luxemburgo.

Así las cosas, ERC ha preferido mantener un ritmo bajo de negociación o, como mínimo, de acuerdo, justamente a la espera de este jueves, y también, de paso, del 21, día en que se celebra su congreso. La razón es que se desconoce qué nuevas dinámicas puede generar ese fallo y no quieren atarse las manos.

Pero en ningún caso, apuntan fuentes del partido, si el TJUE dictamina la vigencia de la inmunidad de Junqueras, en virtud, por ejemplo, de la suspensión de la inhabilitación dictada por el Supremo en la ejecutoria de la entencia, los republicanos van a llevar la cuestión a la mesa de negociación con el PSOE.

«Exigiremos que se haga justicia» apunta esta voz de Esquerra, pero sin mezclarla con la negociación de la investidura.

Las razones son varias. Ante todo por que se puede dar que aquello que demande ERC no esté en la mano del poder ejecutivo del Estado. También porque hacerlo podría enmarañar unas conversaciones que van sumando avances a la espera del pacto final.

Y tercero porque ceñir una investidura a un caso personal, habiendo varios exconsellers más en la cárcel podría suponer un perjuicio de imagen para los republicanos. Cuando más porque ERC ha sido muy estricta al señalar que la cuestión nuclear que puede dar o no paso a un acuerdo es solo la creación de una mesa entre gobiernos.

Y en esta vorágine de tribunales que vive el procés, hoy mismo Carles Puigdemont tiene una cita con el tribunal de primera instancia neerlandófono de Bruselas, que debe decidir si tramita la euroorden dictada contra él y lo entrega a España.