Un día después de presentar a los candidatos del PSOE a los comicios del 9-M, José Luis Rodríguez Zapatero dejó ayer claro que no va a esperar al 22 de febrero, fecha de inicio de la campaña, para desplegar toda su artillería de agitación electoral. En uno de los discursos de más intensidad política que se le recuerdan, el presidente advirtió de que lo que se juega esta vez en las urnas es la mismísima libertad de los españoles. Con base en este postulado, se comprometió a defender la "libertad total de ser ciudadanos sin imposiciones de ninguna naturaleza", para que "nadie le imponga ninguna moral" y pueda decidir "con quién quiere convivir y qué tipo de familia quiere formar".

Zapatero lanzó este mensaje en un mitin en Valencia, a 24 horas de que comparezca en la Moncloa para convocar las elecciones y en un momento de fuerte reacción de la Iglesia y la derecha contra algunas de las iniciativas impulsadas por el Gobierno, como el matrimonio homosexual o el divorcio exprés. Cerca de 7.000 seguidores abarrotaron el pabellón donde se celebró el acto, en el que intervinieron también la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro de Sanidad, Bernat Soria, y el exministro Jordi Sevilla, cabezas de lista de Valencia, Alicante y Castellón, respectivamente.

El jefe del Ejecutivo y secretario general del PSOE hizo un alarde de firmeza ante la jerarquía eclesiástica, que el 30 de diciembre se manifestó contra algunas leyes contrarias a su doctrina. "Los ciudadanos respetan la familia que quieren los cardenales. Exijo a todos que respeten la familia que quieren los ciudadanos", sentenció Zapatero. Sostuvo que la familia "goza de muy buen salud" en España, y apostilló: "La familia libremente entendida, pues vivimos en un país libre". Dejó claro a la Iglesia y a la derecha que, si se mantiene en la Moncloa, otorgará el máximo apoyo a la investigación científica con embriones con el fin de que "una madre pueda tener un hijo y usar el cordón umbilical para ayudar a otro hijo".

LAS MENTIRAS DEL PP El jefe del Ejecutivo acusó al PP de "mentir y seguir mintiendo al pueblo". Dijo que los conservadores faltaron a la verdad desde el Gobierno, en alusión al 11-M, y ahora lo hacen con sus afirmaciones sobre la situación de la familia, el debate territorial, la política exterior y la economía.

Consciente de que una abstención alta puede beneficiar al PP, el presidente exhortó a "todos" los ciudadanos a que acudan a las urnas el 9-M, con el argumento de que, cuantos más voten, la democracia será "más fuerte".