La ordenanza de convivencia es una de las propuestas más destacadas del programa marco municipal de los socialistas para las elecciones del 27 de mayo.

Mediante este proyecto, el PSOE quiere extender a toda España el modelo de la ordenanza cívica de Barcelona, iniciativa para prevenir la delincuencia y mejorar la convivencia ciudadana que entró en vigor en la capital catalana en enero del 2006, durante el mandato del hoy ministro de Industria, Joan Clos.

La propuesta de ordenanza planteada por el PSOE establece un régimen sancionador para quienes alteren la convivencia y degraden los espacios públicos. También busca proteger a los colectivos más vulnerables al racismo, la xenofobia o el sexismo.

El texto dedica un capítulo a los "derechos y deberes ciudadanos", en el que se expone un catálogo de urbanidad. "Todas las personas se abstendrán de realizar prácticas abusivas, arbitrarias o discriminatorias, o que conlleven violencia física o coacción moral o psicológica", señala. Otra iniciativa en seguridad es la de asignar a cada centro escolar un agente de la Policía Local, que, bajo la designación de "agente tutor", atenderá cualquier situación conflictiva en el centro y en su entorno.

El capítulo Nuevo Gobierno local incluye la Iniciativa Ciudadana Popular, que permitirá al ciudadano fiscalizar las cuentas del ayuntamiento y pedir auditorías al Tribunal de Cuentas o a órganos autonómicos equivalentes.

Otras ayudas a las familiasY en el apartado de apoyo a las familias, se establecen ayudas y bonificaciones por hijos a cargo y familias, que aumentarán en el caso de que haya discapacitados en ellas. El documento socialista cita el IBI y el consumo de agua como obligaciones susceptibles de reducción. Otra iniciativa sería fomentar la utilización del taxi compartido para acceder a algunos barrios.