Dirigentes del PSOE y el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, lamentaron ayer el escrache en la casa del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, que sufrieron su esposa e hija. Según varios vídeos distribuidos en redes sociales, una decena de personas se concentraron con cacerolas en la puerta de la casa del ministro el lunes sobre las 21.00 horas, coincidiendo con la protesta con cacerolas contra la gestión del Gobierno.

El domingo, otro grupo se concentró a las puertas de la casa del vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra Irene Montero, según se veía en varios vídeos difundidos en las redes sociales.

«Esta no es la España que queremos la mayoría de los que hemos construido una democracia y una sociedad libre de odio y de amenazas», publicó la cuenta oficial del PSOE ayer en la red social Twitter con un enlace al vídeo de la protesta contra Ábalos.

Y ayer, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso mostró también su apoyo al ministro y secretario de Organización del PSOE. «Una cosa es el derecho de manifestación y otra muy distinta es que fakeperiodistas de ultraderecha manden a pijos maleducados y agresivos a intimidar y acosar a tu esposa y a tu hija. Lo que no entiendo es por qué no actúan las autoridades», dijo Echenique. «Acosar e intimidar a los ministros de España y a sus familias es lo que algunos entienden por libertad», escribía en Twitter la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra.

Sobre la protesta frente a la casa de Iglesias, dijo el vicepresidente del PP europeo, Esteban González Pons, que igual que lamentó el «escrache» en la puerta de su casa con los hijos pequeños de su mujer dentro «alentado en la tele por Ada Colau», consideraba «cruel» el escrache en casa de Iglesias. «La familia, y más los niños, no se meten en política. No vale todo. Así, no», escribió al respecto González Pons.

El vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, expresó ayer su preocupación porque se generalice la crispación que ha llevado a algunos a manifestarse frente a su casa o la del ministro Ábalos y alertó: «Esto se sabe dónde empieza pero no dónde acaba».

El líder de Podemos dijo asimismo que, a su juicio, sería un error que la gente entendiese que la forma de protestar es ir a su casa o a la de «Ayuso, Abascal, o Espinosa de los Monteros».

Los dirigentes de Vox, Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros, que ayer reconoció que llevaba tres días participando en estas protestas, replicaron inmediatamente a Iglesias que él será responsable de lo que suceda en sus domicilios después de estas declaraciones. «Le hago directamente responsable de cualquier incidente que pueda producirse. Y me refuerza la convicción de que es un inepto al que el cargo le viene grande», añadió Espinosa de los Monteros.

La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, denunció también ayer que los partidos que se oponen a la prórroga del estado de alarma y quienes participan en escraches y caceroladas lo que están pidiendo en realidad es «libertad para el contagio».

«Hoy las cacerolas tienen que sonar más que nunca. El Gobierno social comunista debe escuchar el clamor de los españoles pidiendo libertad», escribió Abascal en Twitter. Ayer por la tarde Vox anunció la convocatoria de caceroladas contra el Gobierno este sábado desde los balcones de aquellas ciudades donde no permitan las manifestaciones en coche convocadas por el partido en el centro de todas las capitales de provincia. Las marchas motorizadas solo han sido denegadas de momento en las cuatro provincias de Cataluña y en todas las de Castilla y León, excepto Ávila.