Los gobiernos de Alava y Navarra están más unidos de lo que parece. Esa es al menos la tesis que cada día cobra mayor fuerza entre los partidos nacionalistas vascos, que dan por seguro un entendimiento entre socialistas y populares para posibilitar que los regionalistas de Unión del Pueblo Navarro (UPN), marca del PP en la comunidad foral, se hagan con el Gobierno foral y los socialistas vascos se queden con la presidencia de la Diputación General de Alava.

El acuerdo se habría fraguado en Madrid, entre las direcciones centrales de ambos partidos. Sin embargo, en el caso de Navarra, la opción choca con los deseos de la militancia, que había apostado por una alianza con vasquista Nafarroa Bai para hacer posible "el cambio". José Blanco, secretario de organización del PSOE, dijo ayer que no contempla un apoyo explícito del PSN a UPN, pero sí "garantizar la estabilidad".

La primera parte se deberá despejar e próximo el día 26, cuando se celebrará la elección del diputado general de Alava entre cuatro candidatos. El del PP, Javier de Andrés, cuenta con 15 diputados; Txarli Prieto (PSE) tiene 14; Xabier Agirre, 18 y el candidato de la aberzale ANV, Aitor Bezares, cuenta con cuatro representantes.