Los socialistas de Madrid advirtieron de que le harían pagar caro a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, el modo abrupto en que cerró la comisión de investigación sobre espionaje de la Asamblea. Como primera medida, el líder del PSM, Tomás Gómez, decidió hace un par de meses no ir al homenaje institucional a las víctimas del 11-M. Y se encontró con que le criticaron hasta en la dirección del PSOE. No obstante, el nuevo plantón que los socialistas madrileños dieron ayer a Aguirre, en los actos oficiales del Dos de Mayo, constata que Gómez no piensa variar su estrategia. El divorcio, según parece, es definitivo.

"No ha venido Tomás Gómez. Allá cada uno. Vivimos en un país libre. Creo que es un error. El PSOE no se puede permitir, en esta región, la más importante de España, ser extraparlamentario", espetó ayer Aguirre, que a lo largo de la última semana había hecho algunos intentos de convencer al jefe de los socialistas de Madrid de que cambiara de opinión. Fue en vano. Gómez optó por organizar su propia fiesta en la madrileña plaza del Dos de Mayo, en homenaje a Manuela Malasaña, y desde allí replicó a la presidenta. "Aguirre se está quedando sola y aislada por su actitud sectaria, de poco diálogo y talante", afirmó.

LAS MINISTRAS, DE FIESTA En este contexto, el Gobierno tuvo que mover ficha y elegir a qué ministro mandar, en representación del poder Ejecutivo, al acto de Aguirre. Y escogió a una independiente, madrileña y sin carnet del partido: la titular de Cultura, Angeles González-Sinde. Al no ser miembro del PSOE, se evitaban posibles roces internos con los impulsores del boicot a Aguirre y, de paso, se enviaba a la recepción de la Comunidad a una cineasta que se ha situado en la órbita de Zapatero, esto es, una de esos artistas que, en su momento, tanto criticó la presidenta regional.

No obstante, hubo otras dos ministras en el acto alternativo de los socialistas. En este caso, la actual responsable de Sanidad, Trinidad Jiménez --que fue candidata en el Ayuntamiento de Madrid-- y la titular de Vivienda, Beatriz Corredor --que también fue edila en el mismo consistorio--. Sin duda, fue González-Sinde la que tuvo que representar el papel menos cómodo de la jornada pues, entre foto y foto con Aguirre, tuvo que hacer frente a las preguntas de la prensa. ¿Qué le parece que el PSM haya organizado su propio Dos de Mayo?, se le planteó. "Cuantas más celebraciones hagamos los madrileños en el día de nuestra fiesta, mejor. Se trata de sumar", se limitó a contestar. Ella no fue el único personaje público vinculado a la cultura que opinó del tema. Una de las premiadas ayer por Aguirre, la cantante Alaska, se permitió darle un tirón de orejas a Gómez. "No creo que este sea un acto de partido, sino de la Comunidad. Creo que todos los partidos deberían estar presentes. Por ejemplo, vi a Inés Sabanés de IU", enfatizó.

RAJOY SE PONE DE EJEMPLO Pero Aguirre no estuvo sola, pese a las ausencias de los socialistas y los lideres regionales de UGT y CCOO. Mariano Rajoy dejó de lado los choques que ambos mantuvieron hace tan solo un año y le arropó en el día de Madrid. Es más, le echó un capote al ponerse como ejemplo de responsabilidad institucional cuando se le demandó una valoración del boicot del socialista. "Es como si yo me enfado con Zapatero y no voy al desfile del Doce de Octubre", concluyó.