Apenas 32 horas después de que Juan José Ibarretxe convocara para el 17 de abril las elecciones en Euskadi, la medianoche pasada arrancó la campaña electoral para el referendo de la Constitución europea. La inminencia de la cita sitúa en Euskadi el foco de atención para PSOE y PP. Los socialistas, además, deberán combatir estos días una abstención que amenaza con deslucir la ilusión de José Luis Rodríguez Zapatero por poner a España como el primer país que vota la Euroconstitución.

El protagonismo del País Vasco en la campaña electoral es más evidente en la movilización prevista por el PP, que eligió anoche Vizcaya para su mitin de apertura. Bajo el lema Sí a Europa , Mariano Rajoy defendió en Barakaldo la Constitución europea frente a quienes apuestan por el "pasado arcaico y carca", en referencia a las reivindicaciones nacionalistas recogidas en el rechazado plan Ibarretxe . Zapatero, por su parte, pretende hablar más de Europa que de España en los diez mítines que tiene previsto ofrecer. Pero la Unión le servirá de argumento para defender la "unidad" y la "cohesión" nacional que pone en juicio el proyecto soberanista vasco.

El jefe del Ejecutivo abrió la campaña en el Teatro de la Casa de Campo de Madrid, donde atribuyó a la Constitución europea las virtud principal de fortalecer a Europa. Esa unión más sólida, sostuvo, garantiza "el progreso, la paz, la libertad, los derechos civiles, la cohesión y la unidad" de España. Entre los otros nueve actos electorales que protagonizará Zapatero, compartirá uno el día 11 en Barcelona con Gerhard Schröder, Jacques Chirac y Silvio Berlusconi.

Rajoy prevé intervenir también en diez mitines para defender el . Uno de ellos tendrá lugar en las oficinas del Parlamento Europeo en Bruselas, donde será arropado por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Zapatero une al reto de la aprobación de la Constitución el desafío personal de lograr una alta participación el 20-F. Aunque en los últimos días varios dirigentes socialistas se han afanado en negar que el referendo constituya un examen de la gestión del Gobierno del PSOE, un bajo índice de participación puede convertir en un fiasco la intención del líder socialista de convertir a España en el primer país que aprueba la Euroconstitución. El PP ya ha colocado en un 40% de participación el mínimo exigible al Gobierno para no achacarle un fracaso.

Rajoy apoyará la Carta Magna de la UE sin demasiadas pasiones, más bien como el resultado cerebral de poner en una balanza los pros y contras del Tratado. El líder del PP sostuvo que el Gobierno de Zapatero pudo hacer mejor las cosas al cerrar las negociaciones de la Constitución.

ANTINACIONALISMO Aunque Rajoy ya ha echado mano de la Constitución europea como un antídoto contra los nacionalismos, la reciente presentación del plan Ibarretxe en el Congreso y el anuncio del adelanto de los comicios vascos acentuarán ese discurso. Ayer lanzó en Barakaldo duros ataques a Ibarretxe y Zapatero. Exigió "lealtad" al presidente y censuró su discurso "melifluo y complaciente" con el lendakari. El líder del PP recordó que al jefe del Ejecutivo le han votado "para que defienda a su país". "Zapatero es el presidente del Gobierno y no de una comunidad de propietarios", recriminó. Por contra, dijo que su discurso "sirve para siempre" y recoge el sentir de la inmensa mayoría de españoles que "creen y sienten a España".