Tras cuatro años de bronca permanente, todos los partidos se lanzaron a predicar el diálogo y las buenas maneras para la próxima legislatura. Sin embargo, las declaraciones de buena voluntad han caído en saco roto antes incluso de que se constituyan las Cortes, durante la primera ronda de negociaciones para conformar los órganos de gobierno del Congreso. El PP rechaza ceder un puesto en la Mesa a CiU o el PNV, a lo que los socialistas amenazan con negar a los conservadores la presidencia de comisiones. Por otra parte, todos los grupos minoritarios han expresado sus reservas a la candidatura de José Bono a la presidencia de la Cámara baja.

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, cerró ayer la primera tanda de contactos con un encuentro con el hasta ahora portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana. En sendas comparecencias ante la prensa, ambos interlocutores destacaron el clima "cordial" del encuentro, pero no se esforzaron por disimular sus desavenencias. Blanco pidió a los populares que cedan uno de los cuatro puestos que tienen en la Mesa del Congreso, como está dispuesto a hacer el PSOE, para dar cabida a CiU y el PNV y reflejar así la "pluralidad" de la Cámara. Zaplana se negó, pero remitió la decisión definitiva al nuevo equipo de portavoces del PP que surja de la junta directiva del lunes.

La Mesa del Congreso la integran el presidente de la Cámara, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios. Todos son votados en la sesión constitutiva de la Cámara. La actual aritmética permite que el PSOE ostente la presidencia y se reparta con el PP a partes iguales las vicepresidencias y secretarías. En su estrategia negociadora, los socialistas quieren garantizar a CiU y el PNV presencia en la Mesa; pero, para no quedar en minoría numérica respecto al PP, pretenden que los conservadores contribuyan con uno de los dos puestos para los nacionalistas.

VETO Blanco dejó claro que su partido no se cruzará de brazos. En concreto, amenazó con vetar a los populares el acceso a presidencias de comisiones. Estos nombramientos los decide la Mesa, donde, pase lo que pase, el PP siempre estará en minoría, ya sea ante el PSOE en solitario o ante la suma de este partido con CiU y PNV. "Son las reglas del juego", subrayó Blanco. El PP minimiza esa amenaza, asegurando que en la pasada legislatura obtuvo cuatro presidencias sin ceder ningún puesto. El PSOE dio entonces dos, a CiU e IU-ICV.

Blanco insistió en desvincular estas negociaciones de las de la investidura de Zapatero, que iniciará la próxima semana y a las que se sumará el flamante portavoz parlamentario del grupo socialista, José Antonio Alonso. De todos modos, lanzó dos mensajes: el PSOE primará su programa electoral por encima de cualquier pacto con otras fuerzas y la investidura no es el final del proceso de diálogo.