Frente a la acusación de que el Gobierno no está capacitado para resolver las dificultades económicas porque ni siquiera ha sido capaz durante meses de mencionar la palabra crisis para definir la situación financiera, el PSOE aseguró ayer que el Ejecutivo no solo está actuando "con determinación, rapidez y confianza" sino también con "realismo" frente a la recesión, porque es consciente de que el origen de los problemas está "en gran parte" fuera de España. Para el vicesecretario general del partido, José Blanco, los 100 primeros días de José Luis Rodríguez Zapatero y sus ministros se han caracterizado por el trabajo a "buen ritmo" para hacer frente a los problemas, pero sin "recortes de prestaciones, como insinúa o quiere la derecha". Como era de esperar, el número dos del PSOE hizo un análisis entusiasta de esta etapa y defendió que el partido lo celebre hoy con una fiesta-mitin en la Casa de Campo de Madrid. La reunión de la comisión ejecutiva federal, según explicó Blanco a su término, había estado protagonizada por el balance que el propio Zapatero realizó ante sus compañeros de partido y que Blanco resumió en esta frase: "Para el PSOE el Gobierno ha hecho lo que esperábamos de él: una política acorde con la realidad de España, inspirada en los valores y los compromisos con los ciudadanos".

Sin embargo, según el dirigente socialista, el PP, con sus críticas a la inacción frente a los malos datos económicos, no ha concedido al Ejecutivo este periodo "de gracia" que tradicionalmente se otorga a los gobernantes. Por ello, el vicesecretario general del PSOE anunció que remitirá en los próximos días al presidente del PP, Mariano Rajoy, un balance de la actuación gubernamental tras sugerir que el líder popular no ha podido estar al tanto de la actividad de los diferentes ministerios al estar "muy ocupado con su crisis interna".

REUNION CON RAJOY No obstante, se mostró confiado en que la reunión del próximo miércoles entre el presidente del Gobierno y Rajoy sirva para establecer "un nuevo clima político". Para él, lo prioritario es "devolver la normalidad a las instituciones básicas del Estado", como el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional, cuya renovación "ha bloqueado el PP".

Por otra parte, la Moncloa anunció ayer que, tras la reunión con Rajoy, el presidente del Gobierno recibirá a los portavoces de todos los grupos parlamentarios con el fin de abordar con ellos la recesión, la renovación de los órganos institucionales, la situación de la justicia y la lucha contra el terrorismo.