Tras un intenso fin de semana, las direcciones del PSOE y del PP se reunieron ayer para valorar la reunión mantenida el viernes en la Moncloa por sus líderes. Ambos arrimaron el ascua a su sardina. El PSOE se afanó en rebajar la entidad del acuerdo adoptado por José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy de crear una comisión de ambos partidos que trate las reformas institucionales. Salvaguardar el pacto de estabilidad que están a punto de concretar con ERC e IU es prioritario para los socialistas. Por contra, el PP se aferra a ese acuerdo como un logro propio, e interpreta que ha arrancado al Gobierno el compromiso de "acordar" cualquier reforma de estatuto.

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, que se reunió a primera hora con Zapatero en la Moncloa, fue tajante: "No hay ningún pacto con el PP, sino la voluntad de dialogar sobre las reformas para que tengan el mayor consenso posible". El responsable socialista tradujo el acuerdo como un éxito de la "capacidad integradora" de Zapatero, que ha logrado "sumar al PP" a las "imparables reformas institucionales que necesita España". Blanco recordó que el partido de Rajoy "era reacio" a esos cambios, y se felicitó de que finalmente se sume al "bloque de la estabilidad".

REFORMAS DURADERAS Blanco dedicó numerosos esfuerzos ayer a tranquilizar a los aliados del Gobierno en el Congreso. Recordó que está a punto de cerrarse un "acuerdo para consolidar la estabilidad" con ERC, IU y Coalición Canaria. Por eso les pidió "tranquilidad y coherencia". Tranquilidad, porque la conversación del viernes en la Moncloa sólo supone "sumar al PP" a la voluntad reformadora del Gobierno, no implica "excluir" sino "integrar"; y coherencia, porque los que defienden las reformas saben que si éstas nacen de un "amplio consenso serán más fuertes y duraderas".

El PP aún no se ha hecho eco de la devaluación del acuerdo que hace el PSOE. Su secretario general, Angel Acebes, informó ayer de lo "positivamente" que valora el partido el encuentro en Moncloa. Para los populares, no hay más interpretación posible que la de que existe "un acuerdo" propuesto por el PP al que el Gobierno ha dicho sí. Y que incluye la "defensa de la unidad de España". Por tanto, Acebes aseguró que "no habrá reforma estatutaria que valga que no cuente con el consenso del PP".

La comisión que acordaron crear Zapatero y Rajoy se creará la próxima semana, según fuentes socialistas. Es muy probable que el PSOE designe como representante en ella al responsable de Política Autonómica, Alfonso Perales, y que el Gobierno encargue la tarea al secretario de Estado de administraciones públicas.

AVANCE DEL ´PLAN IBARRETXE´ Por otra parte, la Mesa del Congreso de los diputados decidirá mañana admitir a trámite el plan Ibarretxe y fijará para el 1 de febrero el debate de totalidad que rechazará la propuesta soberanista del Parlamento de Vitoria. PSOE y PP han acordado estos días adelantar el pleno --previsto en principio para el 8 de marzo-- para desactivar el desafío nacionalista vasco "cuanto antes", de modo que no interfiera con la campaña para el referendo de la Constitución europea. Las conversaciones para el adelanto empezaron la semana pasada, pero fue en la reunión entre Zapatero y Rajoy cuando se pusieron de acuerdo para que el primer pleno de este periodo de sesiones se dedique a rechazar el plan Ibarretxe.

En cuanto al comunicado que ETA hizo público el domingo, todos los partidos vascos, salvo el PP, reconocieron ayer la posibilidad de una tregua. La expectativa llevó aparejada un aviso a la banda por parte del PNV y EA en el sentido de que ya no será creíble cualquier alto el fuego, sólo el "definitivo". El contenido del comunicado de ETA se interpreta como "anticipo de un mensaje de mayor alcance", según aseguró ayer el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA). El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa (PNV), cree "sinceramente" que estamos "en las puertas de que la violencia pase a la historia".