El equipo electoral del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, cree que se ha producido un "punto de inflexión" en la precampaña y que el PSOE está "recuperando parte del voto indeciso" en toda España, y de manera más acentuada en Catalunya y Andalucía, los principales graneros de voto socialista.
En su intervención a puerta cerrada, la jefa de campaña socialista, Elena Valenciano, ha desvelado ante los coordinadores provinciales de campaña un dato muy relevante: hace tan solo dos semanas, el 41% de las personas que votaron socialista en el 2008 estaban indecisos; a fecha de hoy, ese porcentaje ha pasado a ser del 35%. Es decir, el PSOE calcula que en este periodo ha ganado 700.000 votantes, 700.000 personas que ya saben que el 20-N votarán socialista.
Según Valenciano, es esta una inflexión clara en la tendencia de voto. "El votante socialista se está comenzando a mover, y por ello, empieza a crecer nuestro voto decidido". "Es la prueba de que la estrategia de campaña está funcionando", ha dicho Valenciano.
El votante de izquierdas se moviliza por dos motivos -ha explicado-: las propuestas y el discurso del candidato, pero también les mueve el temor a los recortes que puede realizar el PP si llega a gobernar.
El electorado progresista está empezando a responder a los ejes de la campaña de Rubalcaba: denuncia de los recortes masivos del PP, defensa del Estado del Bienestar y de los servicios públicos, rechazo a la acumulación de poder en manos de la derecha y proyecto de futuro para salir de la crisis más justo y más equilibrado.
Para los socialistas, esto ha sido posible porque, por un lado, ha calado la idea de que la crisis económica es global y muy grave, y no se va a resolver con las elecciones y, por otro lado, porque los votantes están cada vez más inquietos por su propio bienestar y por el futuro de las pensiones, la salud o la educación.
De hecho, según las encuestas cualitativas que maneja el comité electoral, los votantes del PSOE pueden seguir molestos con el PSOE, pero están más preocupados por su futuro y el de su familia. "Tenemos mucha gente cabreada y que no sabe si votarnos pero que estamos seguros de que la recuperaremos porque empieza a darse cuenta de lo que está en juego", ilustran fuentes del equipo electoral.
La dirección del PSOE ha detectado que lo que ha tenido un especial impacto ha sido la denuncia de los recortes del PP, hasta el punto de que su candidato, Mariano Rajoy ha intentado contrarrestarla hablando de las medidas de ajuste del Gobierno.
Y además, los colaboradores de Rubalcaba han detectado en sus encuestas otro síntoma, una preocupación creciente de los electores progresistas por una excesiva acumulación de poder en manos del PP tras su victoria en las municipales y autonómicas del 22 de mayo.
