El PSOE está cerca de conseguir hacerse de nuevo con el Gobierno de Baleares, donde ha hilvanado el grueso del pacto con la izquierda alternativa del Bloc per Mallorca y con Unió Mallorquina (UM). El partido nacionalista, de ideología liberal, que tiene la llave de las principales instituciones reúne esta noche a su consejo político. Su presidenta, Maria Antònia Munar, llega a la reunión con una posición favorable a la oferta de la izquierda. En principio, el PSOE ocuparía la presidencia del Gobierno autonómico y del Consejo de Mallorca, con ejecutivos multicolor, y Munar tendría la presidencia del Parlamento.

La única sombra del acuerdo está localizada en Palma, donde la socialista Aina Calvo (11 concejales) se niega a ceder dos años de alcaldía como exige el cabeza de lista nacionalista, Miquel Nadal. "No se prevé", sostienen los próximos a la candidata, coincidiendo con el Bloc, al que le costaría aceptar a Nadal de alcalde con una representación pareja. Ambos reclaman a las direcciones de sus respectivos partidos que se premie en el pacto global su éxito electoral.

Calvo ha conseguido aumentar la representación municipal en dos concejales y Nadal ha logrado que UM entre en el Ayuntamiento de Palma con dos concejales. Para desbloquear, el PSOE ha ofrecido a Nadal una vicepresidencia en el Gobierno balear. No obstante, subrayan que "es un hombre disciplinado" que no echará un pulso a Munar.

OFERTA EXTRAOFICIAL Nadal se sitúa en el perfil más conservador del partido, aunque las actuales pegas a un acuerdo con la izquierda no tienen sustrato ideológico. Sin embargo, sus pretensiones se ven reforzadas por la oferta extraoficial del PP, que estaría dispuesto a sacrificar a la actual alcaldesa, Catalina Cirer, que llegó a enfrentarse en el pasado a Matas por el control del partido. "Cuando se tomen las decisiones, actuaré en consecuencia", declaró ayer la alcaldesa, que amenazó con irse.

Unió Mallorquina observa con extrañeza la falta de gestos del PP. El actual presidente, Jaume Matas, asumió la batuta de las negociaciones, pero no ha traslado nada en firme, cuando el sábado ya deben constituirse los ayuntamientos. Según ha trascendido, el líder de los populares de Baleares acudió a la reunión de la ejecutiva nacional de su partido dando por perdido el feudo insular.

En el otro bando, el socialista Francesc Antich controla los otros tres consejos insulares y ha recibido "carta blanca" de Zapatero para pactar, con el aval del control de los presupuestos del Estado y una mayor sensibilidad al despliegue del Estatuto.

EXIGENCIAS DEL BLOC Para el cierre de los flecos, Antich debe tener en cuenta la presión del Bloc, que no pone condiciones programáticas, pero sí exige el respeto a la representatividad en el reparto de áreas. En principio, los partidos de izquierda aceptarían ceder la cartera de Turismo a Unió Mallorquina con el fin de apaciguar a la dura patronal hotelera. Por primera vez, UM tiene en su mano desalojar de todas las instituciones al PP, partido competidor en el centro y único obstáculo actual.