El PSOE está preparando un viaje a Cuba para el próximo mes de septiembre que encabezará la secretaria de Política Internacional y Cooperación, Elena Valenciano. La última purga revolucionaria de los Castro ha dejado al partido socialista "sin interlocutores" en la isla, por lo que Valenciano considera "útil y necesario" conocer a los "nuevos encargados de las relaciones internacionales" del régimen.

En marzo, Raúl Castro reorganizó el Ejecutivo cubano, una reestructuración que sacó del Gabinete a una decena de personas, entre ellas Carlos Lage, vicepresidente del Gobierno; Felipe Pérez Roque, ministro de Exteriores; y Fernando Remírez de Estenoz, responsable de Relaciones Exteriores del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Según se supo después, la salida de estas tres personas --consideradas la cara amable del régimen e "interlocutores fiables durante años" para el Ejecutivo español-- se debió a la relación que mantenían con el cubano Conrado Hernández, ahora en prisión.

Hernández era el representante en Cuba de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI) del Gobierno vasco y, según un vídeo que las autoridades de la isla están difundiendo entre los miembros del PCC, pasaba información que conseguía gracias a su relación con Lage y Pérez Roque a agentes españoles del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Las autoridades cubanas invitaron a dejar la isla a dos de los espías españoles, un episodio que el Ejecutivo no ha querido aclarar escudándose en la obligada discreción que requiere el CNI.

PRECEDENTE DE MORATINOS En el viaje, Valenciano quiere reunirse, entre otras personas, con el nuevo ministro de Exteriores, Bruno Eduardo Rodríguez Parrilla, y con el responsable de Relaciones Exteriores del PCC, Jorge Martí Martínez. La secretaria de Política Internacional y Cooperación no comentó si se verá con miembros de la oposición.

El asunto supuso el mayor quebradero de cabeza para el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, en su visita a Cuba, en abril del 2007. El jefe de la diplomacia española, para no enojar a las autoridades, prefirió dejar el encuentro con los disidentes en manos de un alto cargo de Exteriores, un gesto que ofendió a los opositores. Los más beligerantes le dieron plantón.

La dirigente socialista descarta que esta visita a Cuba sea el preludio de la que pueda realizar José Luis Rodríguez Zapatero este año, antes de que asuma el liderazgo de la UE, el 1 de enero del 2010. Fuentes del Ejecutivo aseguran que ese gesto solo sería posible si las autoridades cubanas "hicieran algún gesto de apertura democrática".

Respecto a la campaña que pueda hacer el PP en contra de la visita de la delegación, insiste en la "necesidad de coger confianza" con los nuevos encargados de las relaciones exteriores y defiende esa relación para "tener peso" en el país.