El conseller de Interior, Felip Puig, ha calificado de "atentado institucional" las agresiones de indignados a los diputados que trataban de acceder al Parlament este miércoles, durante la rueda de prensa que ha dado para explicar el dispositivo policial que se montó para la sesión parlamentaria. En una sala de prensa atestada de periodistas, Puig ha asegurado que cerrar el parque fue una "buena decisión" para garantizar la inviolabilidad del Parlament, el primer objetivo que se perseguía, de manera que el pleno pudiera desarrollarse "con normalidad". Puig ha especificado que en el dispositivo de seguridad para la Cámara catalana intervinieron 600 mossos en la sesión de este miércoles y que están movilizados 1.800 agentes para los tres días previstos de plenos en el Parlament. El dirigente ha afirmado que la entrada de algunos parlamentarios fue "más accidentada de la cuenta" con momentos de "agresiones extremas" y un "bloqueo al convoy de vehículos oficiales" que obligó a utilizar "otros medios". El desalojo de la plaza de Catalunya Puig ha asegurado que había "tantos violentos" que echarlos de la zona hubiera requerido una operación "mas violenta" que la que tuvo lugar en el desalojo de la plaza de Catalunya. El responsable de Interior ha afirmado que los indignados querían extender la "guerrilla urbana" y que los Mossos no dispersaron la concentración para evitar que se descontrolara "esa violencia". El conseller ha denunciado que las consignas que el Govern dio a los diputados sobre los accesos por los que llegar al Parlament fueron "filtradas a los violentos" y ha confirmado que el dispositivo de seguridad se mantiene este jueves.