El expresidente catalán Carles Puigdemont se reunió ayer en Bruselas con cerca de 200 alcaldes independentistas, en un acto en el que pidió a la Unión Europea una «reacción» ante el «maltrato de las autoridades españolas» y reivindicó al cesado Gobierno catalán como el único «legítimo».

En libertad condicional, aunque sin restricciones de actividad dentro de Bélgica, Puigdemont tachó al Gobierno de Mariano Rajoy de «fascista» y le acusó de haber cometido «un golpe de Estado» con la aplicación del 155 para restablecer el orden constitucional y estatutario.

Puigdemont y los cuatro exconsejeros reaparecieron públicamente con semblante tranquilo y agradecieron con sonrisas y aplausos los gritos de los presentes de «President», «Llibertad» y «Visca la República de Catalunya».

Puigdemont, que hizo casi toda su intervención en francés, interpeló especialmente a Europa en el que parecía su primera gran acto de campaña para los comicios del 21 de diciembre.

«Señor (presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude) Juncker y señor (presidente del Parlamento Europeo, Antonio) Tajani, ¿es esta la Europa que quieren?, ¿la que encarcela a un Gobierno?, ¿esta es la Europa que proponen?», demandó el expresidente.

Para Puigdemont, «hicieron más por los valores europeos los que defendieron las urnas el 1 de octubre, que no la policía que golpeaba a quienes solo intentaban votar», dijo entre aplausos.

Asimismo, llamó tanto al Gobierno español como a la Unión Europea a reconocer el resultado electoral de los comicios del 21 de diciembre en Cataluña, sobre todo si vuelve a ganar el independentismo.

«¿Piensan aceptar el resultado de las urnas esta vez?», cuestionó a Rajoy y a la UE.

El representante de la Asociación catalana de municipios, el alcalde de Premià de Mar, Miquel Buch, dio en nombre del resto de líderes municipales presentes las gracias a Puiddemont y los otros exconsejeros «por cumplir los anhelos de la gente en Cataluña por la democracia».

En el acto, que se cerró con todos cantando Els Segadors, Puigdemont también quiso recordar el fusilamiento del expresident Lluís Companys como otro capítulo de lo que en su opinión es «una historia de fascismo con impunidad total» de España contra Cataluña.

El objetivo del evento con alcaldes era «dar la visión desde los municipios de la situación en Cataluña», según la Asociación Catalana de Municipios y la Asociación de Municipios para la Independencia, organizadores del acto.

Aunque en la organización participaron los tres eurodiputados de ERC y PDeCAT Josep Maria Terricabras, Jordi Solé y Ramon Tremosa, quienes corrieron con los gastos del evento y los vuelos a Bruselas de los alcaldes fueron estos últimos.

El acto fue inicialmente previsto en la Eurocámara, pero el propio grupo de los liberales europeos al que pertenece tanto PDeCAT como Ciudadanos anuló la reserva, y acabó celebrándose en el palacio Bozar de Bellas Artes de Bruselas, a doscientos metros de la Grand Place.

Puigdemont y los cuatro exconsejeros comparecerán ante un juez de primera instancia el próximo 17 de noviembre en Bruselas, en una vista en la que se decidirá sobre su entrega a España.