Carles Puigdemont sigue meditando su futuro después de las presiones que ha recibido en los últimos días, también desde el independentismo, para que deje paso a otro candidato a encabezar el Govern.

El president depuesto se reunió ayer con un grupo de sus colaboradores más cercanos en la casa que ha alquilado en Waterloo (Bélgica), a pocos kilómetros de Bruselas. Entre los presentes estaban los cuatro exconsellers que acompañaron a Puigdemont en su huida a Bélgica: Lluís Puig, Clara Ponsatí, Toni Comín y Meritxell Serret. También varios abogados, entre ellos Gonzalo Boye, que aseguró que el expresident no planteó «en absoluto» la posibilidad de retirarse. «Es una reunión ordinaria. Ya hemos tenido reuniones similares», dijo Boye sobre ese encuentro dedicado a preparar las defensas jurídicas de los cinco políticos independentistas. También estuvo presente el vicepresidente primero del Parlament, Josep Costa, que forma parte del equipo de la defensa de Puigdemont. «Viaja a Bruselas habitualmente, como otros diputados de Junts per Catalunya», aclararon fuentes de la formación política catalana a este diario.

Boye evitó valorar si un paso a un lado de Puigdemont en términos políticos facilitaría su estrategia en términos judiciales, y señaló que nunca da «recomendaciones políticas». «Solo hemos hablado de temas jurídicos. Yo solo soy el abogado», agregó el letrado.

En el interior de la casa de Waterloo también se encontraba el Mosso d’Esquadra que suele acompañar al expresident huido, Lluís Escola, así como el consejero personal de Puigdemont, el empresario gerundense Josep Maria Matamala.

La reunión en Bélgica se produce después de la polémica entre JxCat y ERC por la decisión que anunció el martes el presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC), de pedir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo medidas cautelares para tratar de dar garantías para la investidura de Puigdemont.

Un paso que JxCat tachó de «arbitraria y unilateral», al tiempo que advirtió de que podría chocar con la estrategia de defensa legal de Puigdemont, en la que precisamente participa Josep Costa junto con el abogado Jaume Alonso-Cuevillas, informó Efe.

El vicepresidente primero del Parlamento catalán, presente ayer en Waterloo, también hizo públicas su discrepancias con Torrent el pasado miércoles y le advirtió de que la demanda de medidas cautelares a Estrasburgo no tendría «garantías de éxito» y que no había que hacer «el ridículo».