El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, usó ayer la excepcional plataforma mediática y política lograda al ser ya eurodiputado en Estrasburgo para lanzar un nuevo desafío al Ejecutivo de Pedro Sánchez y presionar indirectamente a ERC por su pacto con el PSOE: si el presidente del Gobierno promete despolitizar la justicia española, sus eurodiputados deben votar en contra del suplicatorio del Tribunal Supremo para poder juzgarle en España que la Eurocámara ha empezado a estudiar.

«Le puedo hacer un dibujo, es fácil. Si quiere despolitizar la justicia, tendrá una ocasión para hacerlo», proclamó Puigdemont en una concurrida rueda de prensa en la sede del Parlamento Europeo, junto a diputados de otras fuerzas nacionalistas y de Francia Insumisa.

Tras participar en su primer pleno junto a Toni Comín y con una amplia sonrisa, Puigdemont anunció otro desafío: una batalla jurídica de la que no quiso dar detalles para lograr que la inmunidad de la que goza ya como eurodiputado de pleno derecho en toda la Unión Europea (UE) tenga efecto en España. Es decir, que «un Estado no pueda decidir unilateralmente quitar la inmunidad a un miembro del Parlamento Europeo». En su opinión, hay margen jurídico, por lo que no descartó la posibilidad de pisar territorio español para abrazarse a su familia, primero, y visitar a los presos independentistas, después.

expectación / La llegada de Puigdemont y Comín al imponente edificio del Europarlamento generó una gran expectación mediática y política. Buena parte del Govern, con el president, Quim Torra, a la cabeza, junto al presidente del Parlament, Roger Torrent, y diputados de JxCat, ERC y la CUP, arroparon a los nuevos eurodiputados, que recibieron el apoyo de unas 250 personas a las puertas de la Eurocámara. Frente a ellas, sobre un pedestal, Puigdemont proclamó la idea de que «hoy Europa no puede seguir mirando hacia otro lado».

Tras ello, declaraciones ante los micrófonos en el interior del edificio, exhibiendo carteles con el Free Junqueras y el momento más esperado: el inicio del pleno, en el que el presidente de la Eurocámara, el socialdemócrata italiano David Sassoli, hizo oficial que Puigdemont y Comín «han obtenido el escaño».

APOYO AL LÍDER DE ERC / Tras el veto del Tribunal Supremo y de la Junta Electoral Central, Sassoli se limitó ayer a constatar la vacante del líder de ERC. En su entrada al hemiciclo, Puigdemont y Comín recibieron muestras de apoyo. El expresident esgrimió un cartel con la imagen de Junqueras en la que se pedía su libertad. De momento, ambos se incorporan a los diputados no inscritos a la espera de la decisión que tome el grupo Verdes-ALE sobre su incorporación. Sobre el caso Junqueras, la más contundente fue la eurodiputada de Esquerra Diana Riba, que cargó contra Sassoli: «Ha tomado una decisión que consideramos que es un ataque directo a la soberanía de esta institución, porque despoja a esta Cámara de su capacidad de decidir sobre la inmunidad de los eurodiputados». Riba anunció una batalla legal y politica en defensa del líder de ERC. Pernando Barrena, de EH Bildu, sugirió que a Sassoli lo presionaron PSOE y PP, amenazándole con retirarle el apoyo.

La concurrida rueda de prensa culminó una jornada que seguirá hoy, cuando Puigdemont y Comín -que ayer ya participaron en su primera votación desde sus escaños 853 y 854, en la última fila del hemiciclo- tomen la palabra por primera vez. Tanto el PP como Ciudadanos ya arremetieron ayer contra la presencia de los políticos independentistas en la Eurocámara. El conflicto seguirá vivo en las instituciones europeas.