Tumbados los presupuestos del 2016, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado que se someterá en septiembre a una cuestión de confianza para que el Parlament determine si el Govern cuenta o no con una mayoría para seguir adelante. Nada más terminada la votación de las cuentas, el jefe del Ejecutivo catalán ha dado por roto del pacto de estabilidad con la CUP una vez se haya certificado el veto a los presupuestos en la votación de las enmiendas a la totalidad de la oposición.

En su intervención ante el grupo parlamentario de Junts pel Sí a primera hora del miércoles, antes de que arrancase el pleno, el 'president' ha afirmado que la decisión de la CUP de vetar los presupuestos "marca un punto de inflexión en el proceso [soberanista]". Inmediatamente después, ha lanzado un mensaje de unidad y cohesión en la coalición que encabeza, aunque lo ha coronado con una advertencia: "Que quede claro que no nos venderemos, hemos venido a hacer la independencia, pero pasarán cosas graves".

16 REUNIONES OFICIALES

Puigdemont ha acusado a la CUP de "mentir" cuando algunos de sus representantes han asegurado que el veto responde a la falta de voluntad negociadora del Govern. Según ha explicado el 'president' a su grupo, ha habido hasta 16 reuniones oficiales, aparte de contactos informales.

En todo caso, Puigdemont no ha querido avanzar acontecimientos respecto a si se romperá formalmente el pacto de estabilidad o existen otros escenarios de alianzas o de convocatoria anticipada de nuevas elecciones.