El presidente balear, Jaume Matas, del Partido Popular, negó ayer que Baleares sea Marbella después de entrevistarse con el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, después del escándalo del caso Andratx . Por su parte, la fiscalía celebró la disposición del Ejecutivo de las Islas Baleares "de cooperar con la acción de la justicia" en los casos de corrupción.

La reunión se celebró a instancias del propio Matas para transmitir al fiscal general del Estado su preocupación por las declaraciones del secretario general del PSIB-PSOE, Francesc Antich, que ha manifestado que el caso Andratx "puede ser una práctica generalizable al resto de las instituciones de las islas".

Sin embargo, Conde-Pumpido, según Matas, le negó esa hipótesis, ya que le aseguró que "no es verdad que hoy exista una presunción de delitos en otros ayuntamientos del archipiélago". Tras esta declaración, el presidenteconfesó que se sentía "tranquilo", y criticó a Francesc Antich por haber hecho esas acusaciones. "No tiene ninguna información que no tengamos nosotros", sentenció.

Asimismo, Matas subrayó que el caso Andratx no afecta a una institución, sino a unos "señores, a un alcalde que tiene nombre y apellidos" y contra los que se han tomado medidas desde la clase política y la justicia, "como no podía ser de otra manera". El PP expulsó del partido al exalcalde de Andratx Eugenio Hidalgo después de que este fuera encarcelado por corrupción.

Por su parte, la fiscalía hizo público una nota en el que informó de que había coincidido con Matas "en la necesidad de que las iniciativas judiciales cuenten con el respaldo de las instituciones".