El fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, ha presentado a la junta de fiscales de sala y al Consejo Fiscal un informe de 15 folios sobre su relación con la familia de José Couso. Su actuación en el caso del cámara de Tele 5 muerto en Bagdag (Irak) en el 2003 ha sido muy cuestionada tras la difusión por parte del portal de Wikileaks de unos documentos sobre los contactos del ministerio fiscal con diplomáticos estadounidenses.

Pumpido afirma que el ministerio público siempre ha mantenido que la justicia española no es competente para investigar los hechos. Y revela que en noviembre del 2005 se reunió con los familiares de Couso. Admite que ha informado a los diplomáticos norteamericanos sobre el proceso, aunque niega "cualquier presión" por parte de "políticos cuyos intereses puedan representar gobiernos nacionales o extranjeros".