La desautorización que sufrió el viernes la dirección de los socialistas navarros se ha cobrado la primera víctima. El excandidato a la presidencia de Navarra Fernando Puras anunció ayer su dimisión como parlamentario después de que Ferraz rechazara la tesis defendida por la ejecutiva del PSN de negociar un Gobierno tripartito con Nafarroa Bai e Izquierda Unida. El secretario de organización del PSOE, José Blanco, intentó cerrar en falso la crisis al afirmar que no aceptaría críticas ni dimisiones, pero no se han cumplido esas premisas. El PSN está en ebullición, aunque se intensifican los esfuerzos, desde Madrid y Pamplona, por templar los ánimos.

La ejecutiva regional navarra, en una resolución aprobada después de conocerse la dimisión de Puras, acató la orden de permitir gobernar a Unión del Pueblo Navarro (UPN), la marca electoral del PP, y confirmó que los 12 parlamentarios socialistas se abstendrán para dejar paso a los regionalistas. La resolución fue aprobada por 17 votos a favor, dos en contra y una abstención.

Más controvertida fue la segunda decisión de la ejecutiva regional, ya que convocó un comité regional extraordinario para el 1 de septiembre, y reclamó explícitamente la presencia de Blanco y de otros miembros de la dirección federal.

LA REPRESENTACION Desde su elección como candidato en septiembre del 2006, Puras había capitaneado el partido junto al secretario general, Carlos Chivite. Asumió casi en solitario las negociaciones para formar gobierno y ha sido el blanco de todas las críticas. Tras su marcha, deberá ser Chivite quien cumpla el mandato de Blanco: dejar gobernar a UPN. La primera preocupación de los socialistas navarros será encontrar una persona que asuma la responsabilidad de representar al partido en los próximos días, en las sesiones para elegir al nuevo presidente.

En una comparecencia en la que leyó un comunicado sin admitir preguntas, Puras aseguró que dimitía "ante la conocida diferencia de criterio" entre la decisión de la dirección del PSOE y el mandato de la ejecutiva regional, que decidió por unanimidad formar un gobierno tripartito para desbancar a UPN. Y anunció que formalizará "de modo inmediato" la entrega de su acta de parlamentario y volverá a su actividad profesional. Incluso pidió disculpas a quienes le dieron su apoyo en las elecciones por haber frustrado las expectativas de cambio.

La decisión de Puras ya era conocida por la dirección del PSOE, aunque después del veto al acuerdo con Na-Bai y IUN. Blanco aseguró el viernes que no esperaba una crisis en el PSN, y afirmó que confiaba en Puras y Chivite para "gestionar" la decisión de Ferraz.

El exministro y candidato a la presidencia de Canarias, Juan Fernando López Aguilar, confió en que los socialistas navarros "sepan estar a la altura" y subrayó que "la política es un trabajo de equipo" en el que hay que saber estar "a las duras y a las maduras". Desde Ecuador, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, basó la decisión de Ferraz en anteponer "el interés general de Navarra al de partido".

RENUNCIA "CANTADA" El miembro del comité regional del PSN José Luis Uriz, uno de los dirigentes más influyentes en el sector crítico, afirmó ayer que la dimisión de Puras como parlamentario "estaba cantada", pero consideró que "no basta". En su opinión, la situación se ha deteriorado tanto que es imprescindible la convocatoria inmediata de un congreso extraordinario: "Hay que buscar un nuevo plantel y un nuevo proyecto".