Al contrario de sus compañeros de partido de Aragón, donde los candidatos de esta comunidad exigían recibir un cuestionario previo y responder al mismo por escrito, ellos sí accedieron a participar en la entrevista. Pero apenas pasados los primeros minutos, ya había acusaciones directas a los medios de comunicación: se manipula, se publican falsedades, no se contrasta la información, se distorsiona el mensaje... Bajo esa premisa se expresan Magdalena Nevado y Víctor Sánchez del Real, los números uno de Vox por Cáceres y Badajoz, respectivamente, al Congreso de los Diputados. Ambos aseguran que fue el partido quien los buscó a ellos, y no al revés.

Nevado tiene experiencia en la industria farmaceútica y en el mundo empresarial, está acabando un Grado en Derecho y es experta en Terapia Transpersonal, («ir más allá, llegar al alma, lograr distancia de los problemas», explica). Eso refleja su currículum. Ella se define como «una obrera más». Sánchez del Real ha sido asesor de comunicación y se mueve en el ámbito de la empresa y la docencia universitaria. Nació en Ceuta y ha vivido en diversos lugares, por ejemplo, dos años en EEUU. Ahora parte de su tiempo lo pasa en Mérida, donde reside su familia.

Del PP a Vox

Ella explica claramente por qué se cambió del PP, donde militaba, a Vox: «Siempre he tenido las mismas ideas y me sentí políticamente huérfana. Me han traicionado en la mayoría de las cosas que considero importantes. Han abandonado la defensa de la vida, han entrado en la corrupción de una manera muy salvaje, se han ido acobardando, se han mimetizado con la izquierda y al final veía poca diferencia entre el PSOE y el PP». «Y no he visto -añade- que hayan hecho una defensa de España como yo esperaba».

Él cuenta que nunca había pertenecido a ningún partido, pero que «estaba montando un grupo de profesionales para empezar a hacer batalla de ideas». Lo define como «gamberrada digital». El campo de esa «batalla» estaba claro: internet y las redes sociales. En ese proceso entró en contacto con Vox; y decidió volcarse.

Su líder, Santiago Abascal, llamó al líder del PP, Pablo Casado, «la derechita cobarde». Pero cuando se trata de definir la ideología política de Vox, vuelven a agarrarse a la manipulación. Defienden con ímpetu que la «etiqueta» de ultraderecha o extrema derecha es «una artimaña de los medios de comunicación».

Sánchez del Real se pregunta si alguien en este país habla de la extrema izquierda. Cuando se le responde que, por poner solo un ejemplo, Felipe González definió así a Podemos, él replica: «Es un hombre que yo respeto, un hombre valiente, un hombre que dice la verdad». González también define a Vox como un partido de ultraderecha.

Cuando se les plantea cómo valoran la vinculación entre la Fundación Francisco Franco y Juan Antonio Morales, una de las caras más visibles de Vox en Extremadura, premiado por esta entidad (por su lucha contra la ley de memoria histórica), Magdalena Nevado se adelanta a contestar: «Eso se lo tendrás que preguntar a él». Sánchez del Real apostilla: «Nosotros entendemos que las fundaciones están reguladas en este país y que las hay de todo tipo». Pero rápidamente se abre el melón de la memoria histórica y las respuestas se centran ahí, y en la crítica a que se eliminen escudos o nombres de calles.

Precisamente esta ley, con sus defensores y sus detractores, sirve de ejemplo para evidenciar el clima de crispación que se viven actualmente en España. Pero al plantear esa realidad, el candidato de Vox lanza con contundencia: «¿Crispación? ¿Qué crispación, crispación por qué? Nosotros no tenemos crispación y no comentamos la crispación».

Continúa: «Nosotros no fomentamos la crispación. Los que lo hacen son aquellos que están todo el día intentando desenterrar a figuras históricas».

«Crispación la que se inventó Zapatero», replica Nevado.

Ni un ápice de autocrítica ni de apelar a la responsabilidad de los suyos. Quieren transmitir que el problema está solo fuera.

¿Y Extremadura?

¿Que qué pueden aportar ambos diputados para Extremadura? «No vamos a contribuir a dar más dinero a golpistas e independistas, es lo que más nos preocupa». Responden así para defender la igualdad entre todos los españoles. «El que más llora, más recibe», asegura Sánchez del Real.

Pero sobre todo quieren entrar en las instituciones para cambiar la estructura política actual. Objetivo: eliminar la Asamblea de Extremadura, «no tiene ningún sentido que exista» y que desaparezcan «toda la capa de políticos autonómicos». Entre ellos estaría el citado Juan Antonio Morales, que ya ha ejercido de diputado no adscrito cuando le dio el portazo al PP.

Otro objetivo: acabar con la actual ley de violencia de género. Ambos desconocen el número de mujeres que están protegidas en la región (son más del 1.500 según datos de la Delegación del Gobierno), pero creen que la normativa no es eficaz. «En Vox hay mujeres maltratadas y hombres maltratados», dicen como argumento.

¿Expectativas de cara a las elecciones? Sánchez del Real subraya claramente que van a sacar dos diputados: uno se lo quitan a Podemos y otro al PSOE, afirma.

Nevado es más etérea en su respuesta: «Son las elecciones más inciertas de la democracia y va a haber sorpresas».