José Bono era el presidente del Congreso de los Diputado en 2010, cuando el Tribunal Constitucional se pronunció sobre el Estatuto de Cataluña declarando inconstitucional 14 artículos y dejando claro que el preámbulo de la norma, donde se subrayaba que Cataluña era una "nación", tenía "falta de eficacia jurídica interpretativa". Se cerraba una etapa que comenzó en 2004 con la redacción del Estatuto. Seis años en los que Bono estuvo al lado del presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, ocupando diversos cargos. De aquella época recuerda cómo el jefe del Ejecutivo socialista le dijo: "José Montilla y Pasqual Maragall han sido nuestras desgracias políticas".

El que fue presidente de Castilla-La Mancha durante 21 años (1983-2004) ha publicado un nuevo libro: 'Se levanta la sesión'. Bono recuerda aquella época en la que ocupó la presidencia del Congreso de los Diputados y habla sobre la opinión que le merecieron los dirigentes del PSC. En concreto, menciona la conferencia socialista de Santillana del Mar de 2003 en la que el PSOE marcó las líneas para dar un "nuevo impulso del autogobierno" que "luego Maragall no respetó, comportándose con la España democrática como un piloto suicida".

Además, pone también en boca de Zapatero las siguientes palabras: "El tripartito será un verdadero calvario". El secretario general socialista se refería al Gobierno de la Generalitat que, desde las elecciones catalanas de 2003, conformaron el PSC, ERC e ICV-EUA bajo la presidencia de Maragall. En los comicios de 2006 se renovó el acuerdo pero, esta vez, fue el sucesor de Maragall, Montilla, quien se puso al frente del Ejecutivo.

"TERRENO PARA SEMBRAR"

"Hay mucho terreno para sembrar en favor de la cohesión de España pero, en la medida en que no lo hacemos, cabalga el separatismo", anotó Bono en sus diarios en el año 2009 cuando todavía se esperaba la sentencia del TC. Una década después, el exministro de Defensa sostiene que "a España podría convenirle una estructura federal en la que todos supiéramos a qué atenernos y acabar con la bilateralidad en que cada día los nacionalistas quieren más y el Estado cede siempre, gobierne el PSOE o el PP, en la medida en que se les necesita para ganar votaciones en el Congreso. Algún día nos vamos a arrepentir".

Además, pone en duda la verdadera utilidad del sistema de autonomías: "Castilla-La Mancha nunca había pedido ser región autónoma, pero fuimos coartada para que los militares no se sublevaran contra el autogobierno de País Vasco y Cataluña".