Arrasó el PSOE, el PP se pegó un batacazo y entraron en el arco parlamentario Cs y Vox. Unidas Podemos, por su parte, se quedó fuera de juego. Además, la formación naranja se impuso en las ciudades a los populares (menos en Plasencia) y se convirtió en la segunda fuerza. Esos fueron los principales titulares de los resultados que dejó en la región la votación del 28-A.

En aquella cita electoral la hegemonía del PSOE quedó patente, logrando 5 (tres por Badajoz y dos por Cáceres) de los 10 diputados que Extremadura tiene en el Congreso.

El PP tuvo que lamentar la ‘huida’ de la mitad de sus votantes perdiendo 3 diputados y quedándose solo con 2 (en la circunscripción pacense pasaron de 3 a 1 y en la cacereña, de 2 a 1). Parte de sus fieles se marcharon a Cs, que logró obtener escaño en ambas provincias.

Vox, el partido de ultraderecha, consiguió también un asiento en Madrid por Badajoz.

Y Unidas Podemos, el partido que rompió el bipartidismo en 2015 y 2016 (la tarta se la repartían PSOE y PP en la región desde 1984), perdió la diputada que tenía por Badajoz.

Tras el anuncio de nuevas elecciones el 10 de noviembre y la presentación (otra vez) de los mismos candidatos, la percepción era distinta a la que las encuestas han dibujado la última semana de campaña.

El PSOE ha perdido fuerza. El PP, que vivió una rápida recuperación de apoyos, ve que ahora se le escapan fieles, esta vez hacia la ultraderecha, o lo que es lo mismo, hacia Vox, el partido que más se ha beneficiado de los disturbios en Cataluña tras la sentencia del procés. Cs sufre directamente las consecuencias de ambas formaciones con una intensa bajada. Y Unidas Podemos no logra subir, más aún con el surgimiento de Más País, el partido de Íñigo Errejón, exPodemos.

En Extremadura

En la provincia de Badajoz, donde se reparten seis escaños, las encuestas confirman que, de cara a la cita de hoy del 10-N, el PSOE conservaría sus tres asientos.

El PP podría alzarse de uno a dos arrebatándole su escaño a Cs.

Vox tendría el suyo en riesgo solo si los socialistas lograran una subida de votos.

Y Unidas Podemos necesitaría unas 6.000 papeletas más para aspirar de nuevo a un diputado por la circunscripción pacense.

En la provincia de Cáceres, el PSOE también mantendría sus dos escaños.

El PP podría aumentar, igualmente, de uno a dos diputados quitándoselo a Cs.

Para ello, el partido naranja debería perder casi el 30% de los apoyos que logró en las elecciones del pasado 28 de abril (unas 12.000 papeletas).

Ni Vox ni Unidas Podemos (los primeros le sacaron casi 1.700 votos de ventaja a los segundos) optarían a un escaño por Cáceres, aunque la ultraderecha tendría más opciones (si aumenta sus seguidores) que la formación morada.

Lo cierto es que el movimiento de cartas en ambas provincias va a estar marcado por qué ocurra con Ciudadanos.