El rey de Marruecos, Mohamed VI, ordenó llamar ayer a consultas a su embajador en España, Omar Azziman, por "duración indeterminada" en respuesta a la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla la próxima semana. Un portavoz del Ejecutivo español consideró la decisión como "una medida ordinaria de uso diplomático", y confió en que la retirada sea para una labor "meramente informativa".

La llamada a consultas de Azziman confirma la indignación que ha supuesto el anuncio del viaje real y, pese a que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero intente rebajar el tono de la controversia, es el paso previo a la retirada definitiva del embajador. La última vez que Rabat lo hizo fue en el 2001, por un encontronazo a cuenta de la posición sobre el Sáhara Occidental.

El viaje de Juan Carlos y Sofía fue comunicado "por cortesía" a Rabat el miércoles por el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, a su homólogo marroquí, Taieb Fasi Fihri. Tras la retirada ayer del embajador, Moratinos llamó a Fasi Fihri y ambos, según informó un portavoz del ministerio español, confiaron en que "ese gesto pueda superarse". En todo caso, la Moncloa descartó "totalmente" adoptar una medida similar tras recordar las "extraordinarias" relaciones entre ambos países.

NO HAY CRISIS Fuentes gubernamentales insistieron en que el partido gobernante en Marruecos es el nacionalista Istiqlal, del que cabe esperar gestos de esta dureza. También explicaron que España considerará que existe una crisis diplomática si la retirada del embajador se alarga muchos días más tras la estancia de los Reyes en las ciudades autónomas, el lunes y el martes.

Este nuevo trance entre ambos gobiernos intentó ser evitado por la Zarzuela, que tenía previsto anunciar la visita ayer, para acortar al máximo las esperadas críticas de Marruecos, que considera Ceuta y Melilla como "ciudades expoliadas". Fuentes del entorno de la Zarzuela dejaron ver su enfado con Zapatero porque informó del viaje al presidente del PP, Mariano Rajoy, con excesiva antelación. El presidente español telefoneó el lunes al líder de la oposición. Los conservadores, que gobiernan en las dos plazas africanas, además de adelantar el anuncio de la visita, dijeron que son "españolas e innegociables", declaraciones que han encendido más aún a Rabat.

Además, la notificación, el martes, de que Baltasar Garzón investigará a 13 altos cargos marroquís por delitos de genocidio y torturas a saharauis en el Sáhara Occidental no ha ayudado a calmar los ánimos.