Los radicales mantuvieron ayer su desafío a los reiterados avisos del Gobierno y los partidos sobre la imposibilidad de avanzar si perdura la kale borroka. Desoyendo las llamadas a la reflexión, jóvenes encapuchados sembraron el miedo en la localidad vizcaína de Markina cuando el pasado sábado incendiaron los cajeros de tres entidades y varios contenedores de basura. Además, en Getxo (Vizcaya), atacaron el cajero de un banco y apedrearon un concesionario de la Renault en el barrio bilbaíno de Deusto.

También en la capital vizcaína un joven fue detenido por la Ertzaintza a última hora del sábado por participar en una marcha no autorizada y enfrentarse a la policía vasca. La intensificación de la violencia callejera durante el fin de semana ha tenido como pretexto las detenciones de miembros de ETA en Francia y las realizadas por la Ertzaintza en Bilbao. La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate (PNV), advirtió que mientras se sigan produciendo actos violentos la policía "no puede mirar hacia otro lado".