Fueron muchos los populares que criticaron que Mariano Rajoy aprovechara la primera junta directiva nacional que presidió tras la derrota electoral para repartir culpas, sin quedarse él una cuota. Semanas después, comenzó la ofensiva de Esperanza Aguirre, quien, además de amagar con presentar una candidatura en el congreso del PP del próximo mes de junio, demandó autocrítica y otro modo de hacer oposición. El jefe, hasta ahora, se había resistido. Pero ayer, en Toledo, dio un paso hacia el reconocimiento de errores: "Claro que hay muchas cosas que mejorar. Hasta ahí podíamos llegar".

Incluso utilizó la ironía para referirse sin citarlos a aquellos que intentan dictarle lo que debe hacer: "Hay mucha gente perfecta, muchos que no se equivocan nunca, que aciertan siempre. Pero hay otros que no". Además, garantizó que no habrá trabas para el debate interno en el cónclave de junio, en Valencia, pero tampoco se privó de alertar contra la división que, hace años, terminó con una refundación del partido.

INTEGRAR A TODOS En un acto organizado oficialmente para agradecer a los apoderados e interventores manchegos su intervención en las elecciones (oficiosamente tenía como objetivo pedirles apoyo para el congreso), Rajoy sacó a colación la crisis que vivió la derecha española con la fragmentación de Alianza Popular y que no se cerró hasta 1989, con la refundación en PP. Un claro aviso, pues a sus detractores. "Fue una de las operaciones políticas más importantes de España en los últimos tiempos". Para Rajoy, el paso supuso construir una organización "abierta", que logró "integrar" a todos los que se decidieron a abandonar el partido conservador para alinearse en el popular.

Ahora, dijo, es momento de recordar que el PP tiene como bandera la defensa de la libertad como motor de progreso, la igualdad de derechos y oportunidades, y el sistema público y las ayudas para los más desfavorecidos. "Son las señas de identidad del PP", enfatizó, para después agregar que hará todo lo posible para mantenerlas.

"FUERZAS, GANAS E ILUSION Asimismo, avisó a los suyos de que toca esforzarse y trabajar más para que su mensaje llegue a todos los rincones. El, dijo, está dispuesto a hacerlo porque tiene "fuerzas, ganas e ilusión" para ganar las elecciones del 2012.

En el mismo acto, la presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ofreció su apoyo a Rajoy y dijo que él es el líder que necesita el PP, porque es el que "nos une a todos, el que vertebra este partido".

Respecto a la iniciativa de un edil popular de Madrid para celebrar primarias en el PP, ni el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz- Gallardón, ni la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, se atrevieron a opinar. Sin embargo, la portavoz de los populares en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría, defendió el modelo actual como "absolutamente democrático", y añadió que la citada propuesta deberá debatirse en el congreso de junio.

En Valencia, el secretario de organización del PSOE, José Blanco, hurgó en la crisis del PP al afirmar que el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, pretende sustituir a Rajoy, motivo por el que "aplaude" todas sus decisiones e intenta promocionarse mediante una "irresponsable campaña de agitación" sobre el agua.