Mariano Rajoy equiparó ayer la intervención de los soldados españoles en la fuerza de paz que la ONU desplegará en el Líbano con la participación en una guerra. El líder del PP acusó a José Luis Rodríguez Zapatero de "engañar" a los ciudadanos sobre los riesgos que entraña la misión y exigió que los explique el próximo jueves en el Congreso antes de apoyarle en el envío de tropas. Aunque Rajoy pretende que sea el propio Zapatero quien ofrezca los detalles, el Gobierno mantiene que será el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, quien suba a la tribuna para recabar el apoyo del resto de los grupos.

MENTIRAS El presidente del PP asegura que su partido está de acuerdo con el Gobierno "en los principios" y en el papel que debe jugar España cuando se le pide ayuda. Lo que argumenta es que el jefe del Ejecutivo "ha despachado el asunto en dos mítines" y ha mentido al no explicar la peligrosidad de la misión, así como su duración y su coste.

Pese a que están de acuerdo con el envío de tropas, los populares pretenden aprovechar el pleno del jueves para comparar la intervención de España en el Líbano con la que el Gobierno de José María Aznar aprobó para colaborar con EEUU en el derrocamiento de Sadam Husein. Su objetivo es subrayar la contradicción en la que, a su juicio, incurre Zapatero al enviar tropas a Oriente Próximo después de haberlas retirado de Irak.

Si Rajoy aseguraba la semana pasada que Zapatero "se está haciendo perdonar" ahora aquella decisión, ayer insistió en que él se ha mostrado coherente, mientras que quien ha cambiado de posición es el presidente. "Si está preso de cosas que dijo en el pasado, es su problema", dijo.

Rajoy insistió en que el jefe del Ejecutivo se encuentra incómodo con la situación y que por ese motivo reprocha la actitud crítica de los populares. Así, se mostró condescendiente y dijo comprender que el asunto produzca "dolor de muelas" a un Zapatero que "pagaría por no tener que hablar de esto", pero que su "autoridad moral" y su papel de líder de la oposición le obligan a pedirle explicaciones.

Aunque en la rueda de prensa Rajoy evitó referirse de forma explícita a Irak, no hizo lo mismo con el conflicto de Afganistán. Dijo que Zapatero ya "mintió" a los españoles al enviar tropas a ese país como si se tratara de dar una vuelta y luego hubo "fallecidos y funerales". El líder del PP también aseguró que los militares tienen derecho a que el jefe del Ejecutivo "les guarde respeto" y reconozca que van a arriesgar sus vidas.

PRIORIDADES DEL NUEVO CURSO La ejecutiva del PSOE dedicó ayer pocos esfuerzos a defender la misión. La víspera, Zapatero había dicho en Rodiezmo todo lo que los socialistas piensan de esta cuestión: que las dudas del PP se deben a que "la derecha no distingue la guerra de la paz". El secretario de organización, José Blanco, situó ayer la "política exterior de defensa de la paz en el mundo" como una de las prioridades para el nuevo curso político. Blanco aseguró que el Gobierno "defenderá decisivamente" el programa pacifista con el que ganó las elecciones y vaticinó que Rajoy "pagará en las urnas el precio de la disparatada política de crispación que inició cuando el PP perdió las elecciones".