Los grupos de la oposición sabían que no escucharían grandes novedades en el discurso de Mariano Rajoy como candidato a la investidura, pero estaban preparados para una intervención más enérgica, y se encontraron, en cambio, con un mensaje plano y desapasionado. El PSOE considera que su palabras demuestran una falta de ambición” y lo “agotado” del proyecto político que representa. El portavoz socialista, Antonio Hernando, ha calificado el discurso de trámite “burocrático” redactado en un tono de “autobombo y complacencia”.

El portavoz de Podemos, Íñigo Errejón, ha subrayado también el “tono soporífero” del discurso, a su juicio, destinado a hacer un "chantaje" para que “España se resigne” , mientras evitaba hablar de corrupción. Rajoy solo ha dedicado un minuto y 34 segundos a hablar de las conductas ilícitas, ha señalado el podemista.

El líder de En Comú Podem, Xaxier Domènech, se ha sumado a esta lectura y ha añadido que el candidato ha utilizado el derecho a decidir para plantear un falso enfrentamiento entre Catalunya y España.

El tono de la intervención de Rajoy ha sido tan moderado que incluso a sorprendido a Ciudadanos, con quienes acaba de firmar el pacto de investidura. “Más allá de cuestiones de estilo podría traslucir una falta de fe que no entendemos. Animamos a Rajoy a que confíe más en su candidatura”, ha señalado Juan Carlos Girauta, representante de C’s.