El presidente del Gobierno en funciones,Mariano Rajoy, ha asegurado este miércoles que el Ejecutivo "cumplió" el mandato del Parlamento a la hora de negociar con sus socios europeos el acuerdo UE con Turquía para afrontar la crisis de los refugiados. Según ha defendido en su primera comparecencia esta legislatura en el Congreso, en la que ha recibido las críticas de todos los grupos, España se esforzó porque la declaración incluyera tres objetivos: "El respeto riguroso a la legalidad y la exclusión expresa de cualquier tipo de expulsión colectiva; la tramitación individualizada de los expedientes de asilo y una especial atención a las personas más vulnerables". Algunas de las once exigencias contenidas en el mandamiento aprobado el 16 de marzo por unanimidad en la Cámara baja.

Rajoy se ha afanado en defender el acuerdo con Turquía, que en su opinión cumple los objetivos primordiales de "evitar la pérdida de vidas humanas", combatir las mafias que trafican con los refugiados y buscar una "vía legal y segura para solicitar asilo" en la UE. El pacto con Ankara, que implica que los migrantes irregulares que lleguen a las islas griegas serán retornados a Turquía y por cada uno, se reasentará un sirio procedente de Turquía, supone, según Rajoy, que los refugiados "no necesitarán arriesgar su vida" para llegar a Europa. "Es la lógica de la fórmula "uno por uno", ha remachado.

El jefe del Ejecutivo en funciones ha reconocido, por otra parte, que la promesa española de reubicar cerca de 16.000 personas procedentes de Italia y Grecia se está "ejecutado con lentitud, a veces con exasperante lentitud", pero ha confirmado que se "está acelerando en las últimas semanas", sin ofrecer una cifra de cuantosrefugiados del cupo ha acogido ya España. En este sentido, ha llegado a asegurar que "si hay algún país preparado para responder" al reto de la migración ese es España.

Rajoy ha dado cuentas además del acuerdo en el que se establece un nuevo encaje del Reino Unido en la UE, que restrige algunos de los beneficios sociales de los nuevos trabajadores españoles empleados en las islas británicas.

LA "VERGÜENZA"

La visión de Pedro Sánchez ha sido radicalmente distinta. “No hay sintonía entre la ciudadanía y su Gobierno sobre los refugiados”, le ha dicho el líder del PSOE, para quien el Ejecutivo se ha comportado de forma “insolidaria” en este fenómeno y no está haciendo lo suficiente para acoger a este colectivo, pese a los deseos de muchas autonomías y ayuntamientos.

“Es una vergüenza que no puedan ejercer esa solidaridad porque usted se lo niega”, ha dicho Sánchez, quien se ha comprometido a “buscar activamente a esos 18.000 refugiados que nos hemos comprometido a acoger” si logra alcanzar la Moncloa. Sánchez, que duda que el acuerdo de la UE no introduzca lasexpulsiones colectivas, ha terminado resumiendo así la actitud del Ejecutivo en funciones ante este drama: “Remolonear, poner excusas, crear prejuicios, olvidar a las comunidades y ayuntamientos, siempre a remolque de los movimientos de los demás, porque por inacción o por incumplimiento, con usted España ha dejado de pertenecer al corazón de las decisiones europeas”.

EUFEMISMOS Y DEPORTACIONES

Pablo Iglesias ha reprochado a Rajoy el acuerdo de la UE que considera "una vergüenza" porque “vulnera las obligaciones de Europa y significa enterrar definitivamente el derecho de asilo”. El secretario genera de Podemos considera sonrojante el apoyo de España al envío de los refugiados a Turquía y ha criticado la doble vara de medir con la que, a su juicio, se trata a los desplazados por la guerra. “Huyen del terrorismo y de bombas de la misma intensidad de las que sufrió París o Bruselas. Esas personas no valen menos”, ha defendido, y ha afeado a Rajoy haber “desatendido” el mandato del Congreso, que en marzo se comprometió a no apoyar devoluciones masivas de refugiados.

El líder de En Comú Podem también ha acusado al presidente en funciones de incumplir el acuerdo parlamentario, ha criticado la impostura de la UE, y ha acusado a España de ser cómplice. “Podemos decir que se van a garantizar los derechos, pero sabemos todos que ese tratado es puro eufemismo, que estamos hablando de deportaciones masivas. Estamos hablando de violación de los derechos humanos”, ha sostenido Xavier Domènech.