Mariano Rajoy considera que la victoria electoral de Galicia ha de servir para zanjar el debate interno en el PP sobre su liderazgo y para comprometer a todos sus dirigentes, desde la lealtad, en la búsqueda de un segundo éxito en las urnas: esta vez en las europeas.

Ese fue el mensaje que quiso lanzar ayer al comité ejecutivo popular, reunido en Madrid. La primera en esgrimir este discurso fue la secretaria general, Dolores de Cospedal, que aseguró que el liderazgo de Rajoy es "indiscutible". A puerta cerrada, la número dos del PP dijo que los comicios del 1 de marzo han dejado en evidencia que "cuando el partido está unido, fuerte y es valiente resulta insuperable". Con este comentario, Cospedal aludía a la decisión que adoptó hace semanas la dirección del PP de colocarse detrás de Rajoy para hacer frente a la investigación sobre corrupción incoada por el juez Baltasar Garzón.

CAMBIO EN EUSKADI Después de Cospedal tomó la palabra Rajoy. En primer lugar, quiso dar las gracias a los que participaron en las campañas gallega y vasca, ayudando a cosechar "un resultado en el que hace un mes y medio nadie hubiera creído".

Según las fuentes consultadas, el líder popular se detuvo a analizar la situación en Euskadi, donde el PSE podría arrebatar el gobierno al PNV si cuenta con el apoyo de los populares. A este respecto dijo que su partido cumplirá con lo prometido e impulsará "un cambio en las políticas" basado en el respeto a la Constitución, el Estatuto, la libertad en la educación, el fomento de la lucha contra ETA y las medidas anticrisis. Asimismo, subrayó la relevancia de que "ETA, por primera vez, no estará en el Parlamento vasco", algo que, en su opinión, es "un éxito del PP en la pasada legislatura, porque defendió la ilegalización del EHAK y Acción Nacionalista Vasca".

Rajoy habló también de economía. Insistió en la gravedad del los datos del paro e hizo un apunte sobre financiación autonómica: "No sabemos nada de esto, pero se va a disparar el déficit otra vez". Y recordó a sus compañeros que el próximo reto electoral serán las europeas y reclamó movilización interna como clave para la victoria.

Rajoy reservó el final del discurso para la investigación judicial sobre corrupción, donde hay imputados del PP y podría haber más en las próximas horas.

AGUIRRE Y LOS NACIONALISMOS También estuvo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, una de las más críticas con la gestión de Rajoy. Tras la victoria en Galicia y los resultados decisivos en Euskadi, la dirigente regional subrayó que los últimos datos electorales "fortalecen" a todo el partido, aunque "singularmente al presidente nacional".