El presidente del PP, Mariano Rajoy, expresó ayer su total rechazo a la decisión adoptada el miércoles por el Gobierno de que las Comunidades Autónomas puedan incurrir el año que viene en un déficit del 2,5%, y advirtió de las consecuencias negativas que tendrá para la economía española.

Rajoy se ha referido a esta decisión, anunciada el miércoles por la vicepresidenta Elena Salgado, en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, antes de asistir en Bruselas a un encuentro de líderes del Partido Popular Europeo.

Para el dirigente del PP, el permitir a las autonomías un déficit del 2,5% (cinco décimas más que el objetivo planteado por el Gobierno el pasado lunes) es "una decisión muy negativa" y una rectificación. "Aquí se toma una decisión y al día siguiente la contraria, y no pasa nada", subrayó Rajoy, para quien el acuerdo de ayer es "un paso más en la mala dirección".

A su juicio, permitir una medida de ese tipo es "más déficit, más deuda y, en el futuro, más impuestos y menor posibilidad de las familias y las empresas para acceder al crédito".

CITA EN VALENCIA La cúpula del PP se reúne mañana en Valencia para celebrar que ha transcurrido un año desde su último congreso nacional, en el que Mariano Rajoy fue reelegido presidente del partido. O sea, que el líder de los conservadores ha decidido darse un homenaje a sí mismo después de haber logrado dos victorias en las urnas: una en Galicia y otra en Europa.

Está claro que sus últimos éxitos en las urnas han logrado acallar las críticas que se venían produciendo desde que perdió las últimas generales y le han permitido, incluso, prepararse un peculiar acto de reafirmación como el de mañana.

Junto al propio Rajoy subirán a la tribuna de oradores el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps; la alcaldesa de la ciudad de Valencia, Rita Barberá; y, en representación de la sociedad civil, un parado, un empresario autónomo y el director de un instituto madrileño.