El presidente del Gobierno en funciones,Mariano Rajoy, ha abierto el debate de su probablemente fallida investidura advirtiendo de que España necesita "con urgencia" un Gobierno "eficaz". Nada más comenzar su intervención, el líder del PP ha justificado que esta vez sí ha aceptado intentar la investidura porque "los españoles han vuelto a mostrar su confianza en el PP", pero también porque "no hay otra alternativa posible". Y ha advertido de "consecuencias de extrema gravedad" en términos económicos si la situación política no se desbloquea, sobre todo porque las exigencias de la UE requieren la aprobación de unos Presupuestos "de los que dependen las prestaciones" de 14 millones de personas. "Todo tiene un límite. Las cosas se podrían torcer", ha alertado.

Rajoy ha contrapuesto su oferta de Gobierno "estable, sólido y duradero" frente a una posible alternativa de un Ejecutivo "de mil colores, radical e hipotecado por los que quieren acabar con la cohesión territorial". El candidato ha recordado que la oferta ya la formuló tras las elecciones del 20D. Estaba basada "en un amplio acuerdo que en parte ya está logrado, con Ciudadanos y Coalición Canaria", ha añadido, antes de empezar a presentar su plan de Gobierno acordado con estas dos fuerzas.

Ha empezado por el empleo, su “máxima prioridad”, sacando pecho por haber pasado de la “destrucción masiva de empleo” a la creación de 500.000 puesto al año y por el resto de indicadores macroeconómicos. “Por vez primera creamos empleo sin aumentar el endeudamento exterior”, ha asegurado, aunque ha tenido que acallar con la mano la protesta de algunos diputados.

REBAJA FISCAL

Tras desgranar las medidas de fomento del empleo pactadas con Ciudadanos ha anunciado que aprobará una rebaja del 2% de todos los tramos del IRPF una vez se alcance la reducción del déficit al 3% del PIB.

Ha calificado la reforma del modelo de financiación autonómicade “vital importancia” y ha ofrecido a todos los partidos y “especialmente” al PSOE abrir una negociación para que se garantice la suficiencia, la igualdad y la solidaridad.

También ha ofrecido abrir un diálogo tanto para la reforma del sistema de pensiones, con la convocatoria inmediata del Pacto de Toledo, como de la educación.

Rajoy ha aprovechado el apartado de la regeneración democrática para apuntillar la idea que ha impregnado todo su discurso: “Difícilmente se me ocurre un mayor daño a las instituciones democrácticas que decirle a los españoles que su voto ha sido inútil en dos ocasiones y tener que repetir elecciones por tercera vez”, ha advertido.

CORRUPCIÓN

La autocrítica por la corrupción no ha asomado en ningún apartado de su discurso. Al contrario. “La corrupción se persigue más que nunca”, ha proclamado.

Aunque esta vez no ha jugado con la ironía, si ha despertado risas cuando ha asegurado que su Gobierno mantuvo “abierto al diálogo con la Generalitat” durante la pasada legislatura.

La parte de su intervención que mayores aplausos ha arrancado ha sido un encendido canto a la unidad. “El pueblo español en su conjunto es el único soberano. Es así desde el día de San José de 1808, desde que el mando supremo pasó a los pespañoles que dejaron de ser súbditos para ser ciudadanos. Todas las constituciones no han hecho más que ratificarlo. Nadie puede privar al pueblo español de decidir sobre su futuro. Ni esta cámara, ni el Gobierno, ni el Estado”, ha arengado, para ñadir que “la unidad es nuestro mejor patrimonio histórico, nuestra fuerza, la que nos abre paso en el mundo”.

Rajoy se ha presentado ante el Congreso consciente de que va a fracasar en su intento de ser investido esta semana, dado que su acuerdo con Ciudadanos y el pacto que ha sellado este mismo martes con Coalición Canaria suma 170 diputados, a seis de la mayoría absoluta. Una distancia que no ha conseguido salvar pese a intensa presión sobre el PSOE para que le deje gobernar.