Transcurridas ya 48 horas desde el almuerzo que mantuvo Mariano Rajoy con sus presidentes autonómicos en pro del consenso en torno al déficit asimétrico, ha quedado claro que la reunión solo sirvió para constatar que no será posible cuadrar el círculo y encontrar una solución que guste a todos. Rajoy, según se deduce de las declaraciones que hizo ayer en París, ha asumido tras escuchar los peros de sus compañeros de partido que tendrá que ser él ¿a través de su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro¿ quien imponga una estrategia para cumplir con los objetivos de déficit que a buen seguro dividirá a los populares, incapaces de ponerse de acuerdo en este asunto. "Es imposible que a todo el mundo le vaya a gustar la decisión que se adopte, pero al final se acabará imponiendo el consenso y el sentido común", afirmó Rajoy, informa Elianne Ros.

Así, parece que al final lo que acabará imponiéndose en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) es el criterio gubernamental, por más que Montoro vaya a intentar una última ronda de contactos con todas las autonomías para buscar un acuerdo in extremis.