El líder del PP, Mariano Rajoy, se siente orgulloso de que sus presidentes autonómicos plantaran cara, el lunes pasado, a José Luis Rodríguez Zapatero y su plan para involucrar a las comunidades autónomas en la política económica y de empleo del Gobierno. Por eso, ayer no dudó en sacar pecho ante sus diputados del Congreso y avaló públicamente la estrategia desplegada en la cumbre de presidentes. En su opinión, los conservadores se negaron a ser meros "figurantes" en una "operación de maquillaje" preparada por un jefe del Ejecutivo con "tics autoritarios", que confundió la lealtad exigible a la oposición con "la adhesión inquebrantable" a un proyecto político ajeno.

Sin embargo, el Gobierno y los socialistas tienen una visión completamente diferente de lo sucedido en la citada conferencia. "Los presidentes populares sacaron la calculadora de contar votos y secundaron la estrategia de Rajoy, la del cuanto más crisis y más paro, más votos. Por eso, Rajoy impuso el boicot del PP a cualquier acuerdo", sentenció ayer en rueda de prensa el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves. En cualquier caso, el equipo de Zapatero se siente lleno de razones para seguir adelante con su plan, plasmado en un documento que recoge sus iniciativas para impulsar la economía y frenar el déficit público, además del "90%" de las medidas planteadas por el PP en la cumbre.

CARACTER INFORMAL Así, Chaves anunció ayer que el Ejecutivo convocará a todas las comunidades que respaldaron el proyecto (o sea, las gobernadas por el PSOE más Canarias, Cantabria y Navarra) para, en reuniones de carácter informal, tratar de perfilar acuerdos orientados a superar la crisis. "Y si las autonomías del PP quieren acudir a la cita, pues también", agregó.

Pero como ya hizo el lunes el propio presidente del Gobierno, Chaves no perdió ocasión de cargar contra los barones conservadores por haberse desmarcado del plan económico de Zapatero, al haber "confundido de forma interesada, irresponsable, frívola y lamentable" los intereses de su partido con los de los ciudadanos a los que representan.

"El principal partido de la oposición no termina de creer en el Estado de las autonomías y, además, no le interesa nada la salida de la crisis, puesto que su único objetivo es ganar las elecciones", espetó el vicepresidente de Política Territorial.

En esta misma línea, otras fuentes gubernamentales quisieron poner el acento en la falta de voluntad política que, a su entender, llevó a los populares a dar la espalda a la propuesta económica del Ejecutivo, pese a que, según algunos de los presentes en la conferencia de presidentes, hubo presidentes autonómicos como Francisco Camps y Ramón Luis Valcárcel que llegaron a admitir que el presentado por Zapatero era "un buen documento" o contenía "principios muy positivos".