Mariano Rajoy volvió a dar ayer por cerrada la controversia sobre su sucesión al frente del Partido Popular y aseguró que no aceptará "presiones" de ningún tipo a la hora de confeccionar las listas para las elecciones generales del próximo año.

En una reunión de una hora y media con los diputados del grupo parlamentario, el presidente del PP abordó el debate sucesorio que se ha abierto en las filas conservadoras en las últimas semanas y quiso dejar muy clara una idea: hará las listas que más le convengan a él, que es el presidente, y al partido. Lo explicaron después varios de los parlamentarios que asistieron al encuentro, que se celebró a puerta cerrada en el Congreso.

Rajoy se siente líder, pese a las postulaciones de buena fe de sus correligionarios --como la del alcalde de Madrid, Alberto RuizGallardón--, a las quinielas comprensibles con pesos pesados del partido --como Rodrigo Rato-- y a sugerencias internas, como la que hizo Manuel Fraga. No es el momento de los números dos : hasta el día de las generales, él es el protagonista. "Estoy mejor que nunca porque hemos ganado las municipales y, por tanto, he revalidado mi posición. Nunca he estado mejor", afirmó Rajoy en la rueda de prensa posterior al encuentro.

APLAUSO A ZAPATERO Durante la reunión a puerta cerrada, Rajoy hizo balance de los tres años de oposición. Pidió a sus parlamentarios que durante la campaña insistan en abordar los "problemas reales" de los ciudadanos: la pérdida de poder adquisitivo, la hipoteca, la cesta de la compra... También aplaudió el compromiso de José Luis Rodríguez Zapatero de no formar Gobierno si el PSOE no es el partido más votado, iniciativa que el propio Rajoy secundó el lunes. Este compromiso permitirá, a juicio del dirigente popular, evitar las tradicionales polémicas sobre los pactos poselectorales y garantizar que gobierna la fuerza que coseche más sufragios.

En el caso concreto de la política antiterrorista, avanzó que el programa electoral del PP incluirá una cláusula rechazando toda negociación con ETA, al entender que esa es la única vía de los terrorismos del siglo XXI para obtener lo que pretenden. Según dijo, pedirá al presidente del Gobierno que asuma esa misma prohibición.

En el encuentro del Grupo Popular en el Congreso no habló únicamente Rajoy. También tomaron la palabra varios diputados, entre ellos Celia Villalobos. La exministra quiso advertir de que la nueva plataforma política en la que se ha integrado la exsocialista Rosa Díez puede restar espacio mediático al PP durante la próxima campaña electoral, algo que ya les ocurrió en Cataluña con Ciutadans.