Mariano Rajoy descalificó ayer la política exterior del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que definió como un "conjunto de despropósitos y una orgía permanente". En un crítico balance del primer año de la victoria electoral del PSOE, el presidente del PP citó como el punto más débil del Ejecutivo su política exterior, y dijo que los españoles no perciben como una prioridad mantener buenas relaciones con Cuba, Venezuela y Marruecos.

En la clausura de la 11 Unión Intermunicipal del PP, Rajoy ridiculizó la estrategia diplomática de Zapatero. Opinó en primer lugar que "muchos" sintieron "vergüenza ajena" por su intervención en francés en la Asamblea del país vecino, y criticó que no hubiese constancia gráfica de la reunión que el presidente celebró el lunes con el canciller cubano, Felipe Pérez Roque. "No quiso salir en la foto, pero sí querrá cuando Fidel Castro, en una concesión graciosa, libere a dos o tres de los que ha metido en la cárcel", advirtió. Rajoy recordó que Cuba "es una dictadura", y, jocosamente, acusó a Zapatero de obsequiar con una "ración de talante" a los exiliados cubanos, a los presos y a la gente de a pie.

El líder del PP acusó al Gobierno de "generar problemas donde no los hay" a causa de la presión de sus socios de ERC e IU-ICV. Puso como ejemplo las reformas de la Constitución y los estatutos, la devolución a la Generalitat catalana de los papeles depositados en el Archivo de Salamanca, el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso y la unidad del catalán. "En Europa de esto no se habla, y lo paradójico es que Zapatero no se ocupa de los problemas importantes", denunció.

Aprovechó estas críticas para subrayar que, cara a las elecciones vascas del 17 de abril, por contra, el PP y su candidata, María San Gil, no quieren "otra revolución que no sea la de la normalidad". Un ejemplo de normalidad sería, dijo, que el PNV aparcase el victimismo y asumiera la necesidad de la alternancia. "Han gobernado siempre, y ahora sacan el argumento infantil de que otros quieren echarlos", reprochó al PNV.

El líder del PP lamentó que el PSOE "no quiera ayudar" a desalojar a los nacionalistas vascos del poder, y dijo que la respuesta socialista al plan Ibarretxe es un "no, pero". Al actual PSE lo situó "más cerca de Pasqual Maragall que de Nicolás Redondo", y acusó a su candidato, Patxi López, de "atender las exigencias del PNV" y "desdeñar las reclamaciones" de su electorado que molesten al nacionalismo.

CANDIDATURA POLEMICA "Las listas blancas son listas negras", manifestó Rajoy sobre la candidatura aberzale Aukera Guztiak. Por eso pidió al presidente Rodríguez Zapatero que "no tire por la borda la política antiterrorista de los últimos años" permitiendo, por "mero cortoplacismo político", que esa lista concurra a las elecciones.