Mariano Rajoy tuvo claro desde el principio de esta legislatura que el terreno económico iba a ser, sin duda, el campo donde iba a batallar con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Anoche, durante su intervención en el espacio Tengo una pregunta para usted , de TVE, demostró que su estrategia sigue siendo la misma. Según él, el Ejecutivo y sus medidas, lejos de solucionar nada, hacen un "pésimo favor" al país. "Yo no puedo apoyar, porque sería antipatriota, medidas económicas que creo malas para España", dijo.

Pero Rajoy, sabedor de que su intervención estaba siendo seguida por millones de españoles, se esforzó en intentar intercalar esa posición de dureza con una imagen conciliadora. Quizá por eso, afirmó en varias ocasiones que estaba dispuesto a firmar un pacto de Estado en esta materia. Otra cosa es que el mensaje resultase creíble, tras acusar a los socialistas de hacer mal a España y a los españoles con sus recetas y de exigirles, para poder lograr un acuerdo, una rectificación semejante a la que ha habido en política antiterrorista.

APOYO A LAS CAJAS No quiso Rajoy hacer demasiada sangre, anoche, con el asunto de la debilidad de las cajas de ahorro. Es más, subrayó en un par de ocasiones que el dinero que los ciudadanos tienen depositado en bancos y cajas están garantizados y, en el caso concreto de la Caja de Castilla La Mancha, aseveró que en las últimas horas se han tomado medidas, de las que fue "informado" por el Gobierno. A continuación, pidió tranquilidad a los españoles alegando que "el sistema financiero es bueno" y recomendó, "si ocurriera algo", actuar con "transparencia, ideas claras y contando con la oposición".

Fueron muchas las preguntas sobre economía y empleo que recibió el líder del PP. Y muchas las veces que se le exigieron respuestas concretas. Por ejemplo, cuando su entrevistadora fue Clara Clotet, auxiliar de farmacia de un pueblo de Barcelona. "Dígame qué tres medidas concretas tomaría contra el paro si fuera presidente del Gobierno", apuntó ella. El le respondió con un bona nit y, a renglón seguido, apostó por bajar el impuesto de sociedades, revisar los módulos para autónomos y los plazos de pagos a pequeños empresarios, sobre todo en lo que atañe a la administración. "Sé que gente como usted en Cataluña, que es tierra de emprendedores, las están pasando canutas", dijo.

DEFENSA DE TRILLO A Rajoy se le demandó ayer opinión sobre diversos asuntos. Algunos, espinosos, como el del accidente del Yak-42. De hecho, estos días tiene lugar el juicio en la Audiencia. Un director de oficina de seguros, Manuel Gallo, de Ibiza, le exigió una valoración sobre la responsabilidad política del entonces ministro de Defensa Federico Trillo. Rajoy recordó que Trillo ya ha pedido perdón públicamente. El volvió a hacerlo anoche en nombre del PP. "No creo que, por un error, un político tenga que quedar inhabilitado por los siglos de los siglos", dijo.

No fue este el único asunto que destempló a un Rajoy que, en la mayor parte de su intervención, se mostró tranquilo y seguro. Tampoco pareció cómodo con las preguntas de calado social, especialmente con las del aborto e investigación con células madre. Sobre el primer asunto, se mostró contrario a la ley de plazos y confirmó que estudia llevar la nueva ley al Constitucional. A la cuestión con células madre respondió con evasivas, aunque finalmente admitió que estudiaría la posibilidad de administrar a su hijo un tratamiento de este tipo, en caso de que solo así pudiera salvar su vida.

EUSKADI Y LA LUCHA ANTIETA Como era de esperar, salió a colación la supuesta corrupción en el PP y la trama de espionaje. Y, como era previsible, Rajoy pasó de puntillas sobre estos temas. Más extenso fue en sus contestaciones en torno al pacto PSE-PP en Euskadi, ya que recalcó que los suyos han dado la bendición a un cambio de políticas que incluye libertad lingüística y fidelidad al Estatuto de Gernika. "Por una razón de coherencia, estamos a punto de llegar a un pacto con los socialistas", enfatizó. Se mostró de acuerdo con la estrategia antiterrorista que ahora practica Zapatero esta legislatura, y le reconoció al presidente tres aciertos: su rectificación en la lucha contra ETA, su política de seguridad vial y sus esfuerzos por estar en el G-20 o arreglar el problema diplomático de Kosovo.