Mariano Rajoy convocó ayer a los presidentes autonómicos del Partido Popular para que arroparan a Manuel Fraga cuando cada vez más encuestas vaticinan que perderá la mayoría absoluta y, por tanto, el poder. En Cangas do Morrazo, el líder del PP se declaró convencido de que Fraga volverá a gobernar "pese a un CIS manipulado".

El Manifiesto del bienestar y la solidaridad, suscrito por los presidentes autonómicos del PP, asegura que Galicia "necesita, más que nunca, un Gobierno estable" y "no sujeto a los chantajes de una minoría", en alusión al posible pacto del PSOE con el BNG.

El documento expresa el compromiso del PP con la Constitución española y con la "indisoluble unidad de España", y censura al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por abrir, sin fijar límites ni plantear una alternativa, "un proceso de reformas del marco constitucional, estatutario y financiero". Dos de los firmantes del texto, el valenciano Francisco Camps y el balear Jaume Matas, ya han emprendido las reformas de sus respectivos estatutos.

Evidenciando lo que se juega el partido conservador el próximo 19 de junio, Camps pidió el voto a los votantes gallegos "para dar esperanzas al PP y que Rajoy sea presidente". Rajoy vaticinó que un Gobierno PSOE-BNG sería "catastrófico" y liquidaría, entre otras cosas, la educación concertada.

"MUCHA CASUALIDAD" En Madrid, la vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, vinculó a la campaña gallega la presencia del PP en tres manifestaciones seguidas. "Es mucha casualidad", ironizó.