Considera Mariano Rajoy una injusticia que se juzgue por igual la actitud que él mantuvo el miércoles en la Moncloa con la que exhibió el jefe del Ejecutivo, ya que él apoyó los dos pactos que se le pusieron sobre la mesa --la reforma de la ley de cajas y el rescate para Grecia-- y, según dijo ayer, recibió un "no a todo" por respuesta cuando planteó a José Luis Rodríguez Zapatero medidas concernientes a la reducción del déficit o la reforma laboral. Esto vino a decir el dirigente popular en Barcelona, donde se reunió con el president , José Montilla, para, entre otras cosas, intercambiar puntos de vista sobre el bloqueo del Tribunal Constitucional y la sentencia del Estatut. Pero Rajoy no pudo resistir la tentación de intentar justificarse, después de que la mayoría de analistas y medios afearan al jefe del Gobierno y del PP que no fueran capaces de llegar a pactos, con la que está cayendo, para frenar la crisis.

Desde Madrid, otros dirigentes conservadores iban varios pasos más allá que su líder y retaban directamente a Zapatero a convocar elecciones si no reúne el valor suficiente para acometer medidas urgentes, pero al tiempo impopulares. Los socialistas salieron a defenderse, con la artillería pesada de dos de sus vicepresidentes en el Ejecutivo.

INTERES ELECTORAL María Teresa Fernández De la Vega afeó a Rajoy que, tras reunirse con Zapatero, hubiera primado su "voracidad electoral" a su "responsabilidad" y, ni corto ni perezoso, hubiera aprovechado la rueda de prensa que ofreció después en la Moncloa para presentarse ante los españoles como "alternativa" al actual jefe del Gobierno, pese a que no era, subrayó, "ni el lugar ni el momento".

Por su parte, el vicepresidente Manuel Chaves sentenció que, para salir de la crisis, resulta imprescindible el trabajo de "todos". "Pero el PP está pensando en las elecciones y quizá eso le impida asumir sus responsabilidades", remató desde Bilbao un Chaves que, además, apuntó que la responsabilidad de superar el hoyo económico "no es exclusiva" del poder ejecutivo.

HORMIGAS Y CIGARRAS No obstante, el PP también sacó a su ejército para defender su postura. "Zapatero baila, canta, sonríe y mueve las cejas al sol como la cigarra, sin ver si tiene algo en la despensa, mientras que Rajoy hace propuestas serias, sensatas y solventes, como las hormigas", espetó el vicesecretario de comunicación, Esteban González-Pons. González-Pons, como también hizo su secretaria general, María Dolores de Cospedal, e, incluso, la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, invitaron a los socialistas a adelantar las elecciones y dejar paso al PP para que demuestre que "tiene soluciones". O sea, que ayer se resaltó el distanciamiento.