Mariano Rajoy aprovechó ayer el primer acto político del PP en favor de la Constitución Europea para arremeter contra José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del PP denunció que "la obsesión por la propaganda" del Gobierno le ha hecho "actuar a tontas y a locas": al pactar en el último minuto con ERC los presupuestos del Estado, al reunir a los presidentes autonómicos sólo "para hacerse una foto", y al convocar el referendo sobre el Tratado constitucional de la UE el próximo 20 de febrero. Esta última decisión, aseguró, se debe únicamente a que Zapatero quiere decir que el país que gobierna "es el primero" en aprobar la Carta Magna.

El PP puso ayer toda la carne en el asador para explicitar, antes que otro partido, su rotundo apoyo a la futura Carta Magna europea. Unas 700 personas abarrotaron el edificio anexo del Palacio de la Música de Barcelona, para aplaudir a Rajoy; al portavoz popular en el Parlamento europeo, Jaime Mayor Oreja, y al presidente del PPC, Josep Piqué. El valenciano Francesc Camps fue el único presidente autonómico del PP presente.

Ni el día ni la ciudad elegidos fueron casuales. Habían transcurrido sólo 24 horas de la firma solemne de la Constitución Europea en Roma. Y en Cataluña no sólo ERC e ICV defienden el no al tratado, sino que también CDC mantiene de momento su posición contraria, lo que abre una brecha para que el PP pueda dirigir su mensaje al sector más europeísta de la formación de Artur Mas.

"INTERES MEZQUINO" En este contexto, Rajoy subrayó que oponerse al Tratado europeo es "ir en contra de los tiempos y anteponer el interés pequeño y mezquino al de la mayoría". Añadió que lo decía a pesar de que hay aspectos de la Constitución europea que "no gustan" a su partido y que, dijo, son consecuencia de que "Zapatero rebajó el peso de España en el reparto institucional cuando no tenía ninguna necesidad", salvo la de "quedar bien".

Aunque el PP no había puesto objeciones cuando el Gobierno decidió que el referendo sea el 20 de febrero, Rajoy recriminó ayer a Zapatero que esa decisión puede acarrear "problemas serios", porque "no habrá tiempo" para que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre si la aprobación de la Carta Magna europea obligará a reformar la española, como recomienda el Consejo de Estado. Y los ciudadanos españoles "tienen derecho a saberlo", añadió.

Piqué pidió a CiU "una reflexión profunda" y que no acabe "votando como ERC". Sobre el Gobierno catalán afirmó que debe "decir cuál es su posición".