El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, culpó este jueves tanto al 'president', Carles Puigdemont, como a las CUP del fracaso de los presupuestos catalanes, y aprovechó la situación para advertir de las consecuencias de pactar con "radicales y extremistas", en línea con la campaña cara al 26-J que el PP sustenta en agitar el miedo a Podemos. "Desde luego, lo de Cataluña realmente me da pena", afirmó.

"Llevamos tres o cuatro años repitiendo las elecciones --en Cataluña-- para al final no tener presupuestos, y estamos a mitad del año 2016, y ahora dice el señor Puigdemont que no sabía cómo eran estos señores", añadió en alusión a la CUP. "Pues estos señores son unos radicales y unos extremistas", insistió, "y eso de hacerse el simpático con esta gente y con cualquier extremista nunca conduce a nada bueno para el país y para la gente".

En una entrevista en Telecinco, el presidente español cargó además contra la CUP por no cumplir los acuerdos. "Cuando uno pacta una cosa, la cumple y se es serio, pero esta gente no es gente seria".

UN PARTIDO ARCAICO

Del mismo modo, dibujó a la formación como un partido arcaico que pretende "liquidar la legalidad" española. "Lo que la CUP pretende que se haga que es un disparate", dijo enumerando su ambición independentista, y también su pretensión, según Rajoy, de abandonar la Unión Europea y la OTAN.

"A lo mejor se podía hacer siglos, cuando los problemas podrían resolverse más o menos que a tortazos. Por fortuna vivimos en una democracia y en un estado de derecho", afirmó el candidato del PP a la presidencia del Gobierno. "Algunos dirigentes catalanes que eran gente moderada se han equivocado y han llevado a Cataluña a un camino muy malo", lamentó Rajoy.