Mariano Rajoy sostiene que el Estado autonómico "está bien como está" y que el Gobierno debería esforzarse en promulgar leyes para que España haga frente a los nuevos retos. Pero, a su juicio, el gran objetivo del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para lo que queda de legislatura es compensar los recortes que tendrá que hacer en el Estatuto catalán mediante la reforma de leyes orgánicas y satisfacer así "todo lo que no entra en el Estatut" para "quedar bien con los que quieren más competencias". Puro maquillaje.

"Ese es el gran drama, que el proyecto nacional es descentralizar el Estado aún más de lo que ya está", se lamentó ayer durante la recepción celebrada en el Congreso para conmemorar el 27º aniversario de la Carta Magna. El líder del PP puso como ejemplos las reformas de la ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas (LOFCA), la ley de educación (LOE) y la del Poder Judicial (LOPJ), y denunció que la primera busca solucionar un modelo de financiación que plantea el Estatuto "y que ahora los socialistas no pueden aprobar".

Rajoy se aplicó en descalificar el texto catalán por sustentarse "en la misma base que el plan Ibarretxe, sólo que sin pedir la autodeterminación que ya ejerce al crear un Estado confederal".

El líder conservador confirmó que su partido estará en la comisión constitucional que discutirá el Estatuto para defender su posición, aunque evitó decir si presentarán enmiendas al texto. Lo que sí anunció es que la estrategia del PP será "razonable, sensata y estudiada", y que los populares acudirán a esa comisión "con argumentos y cosas que puedan asumir todos".

Rajoy también insistió en que el sentido del acto del Congreso, homenajear la Constitución, es el mismo que el de la concentración que presidió el sábado en la madrileña Puerta del Sol. Así, negó que se tratase de un ataque al Estatuto, aunque admitió que era la cuestión de fondo.

"Hablé de lo que es la columna vertebral de la Constitución y, por lo tanto, de lo que no se debe tocar", explicó. En opinión del líder conservador, los aspectos fundamentales son la monarquía parlamentaria, los derechos y libertades individuales, evitar la discriminación de las lenguas y los territorios y defender la libertad de expresión. Sobre la descentralización del Estado, Rajoy llamó a dejar las cosas como están, porque en 1978 se acordó el modelo autonómico "pero no que, cuando estuviera hecho, había que continuar con otro modelo distinto".

AUSENCIAS Nada más llegar al acto del Congreso, Rajoy criticó las ausencias. Así aconsejó al Gobierno que reflexione sobre el hecho de que sean sus socios los que faltaran al acto. Citó a ERC, PNV y BNG, pero también a IU, cuyo coordinador general, Gaspar Llamazares, había llegado antes. Llamazares le exigió que rectificase y criticó que usara "eslóganes falsos y propaganda con el fin de desacreditar al rival político al precio que sea".