Mariano Rajoy insistió ayer en mostrar su disconformidad total con la estrategia de José Luis Rodríguez Zapatero en el proceso de paz del País Vasco. El principal candidato de la oposición acusó al presidente del Gobierno español de haber excluido al PP durante dos años "de la lucha contra el terrorismo" y denunció que haya "cedido al chantaje" de ETA al dar su visto bueno a la reunión de dirigentes del PSE con mandatarios de Batasuna. "No aceptaré ese precio político" para avanzar en el proceso vasco, declaró.

"Nos dijo que no iba a negociar con los terroristas y ahora lo va a hacer", afirmó. "Ha sido manifiestamente desleal con la población española", concluyó durante un acto con militantes en un hotel de lujo de Tarragona, en un acto de la campaña del referendo del Estatuto catalán.

EL 14-M, PUNTO DE INFLEXION Rajoy hizo un repaso a los últimos años de la lucha contra ETA. Explicó que durante el último Gobierno del PP, y tras firmar el pacto antiterrorista con el PSOE, "compartieron" información y objetivos. "Las cosas funcionaron bien", aseguró, por lo que acordaron "mantener esa política".

El punto de inflexión llegó, según Rajoy, cuando el partido socialista ganó las generales, el 14 de marzo del 2004. Con la entrada a la Moncloa de Zapatero "se ha roto el pacto antiterrorista y se ha excluido al PP de la lucha contra el terrorismo", denunció. Pese a esta ruptura, continuó, el PP dio su "apoyo" al Gobierno para "derrotar a ETA". "Aunque también le dije que no se puede negociar con una organización terrorista", una condición que Rajoy considera que ha vulnerado Zapatero al justificar la cita del PSE con Batasuna.

Y llegado a este punto, Rajoy dio la receta final: "Si ETA chantajea y Batasuna chantajea, lo que tiene que decir el presidente del Gobierno es: ´Yo estoy aquí y detrás de mí está el PP y la inmensa mayoría de la sociedad española y le digo a usted que no le acepto su chantaje´". Esto implicaría, según el conservador, decir no a las aspiraciones batasunas de presentarse a las municipales, perseguir policialmente a los sospechosos de terrorismo y poner al fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, "a trabajar como tiene que hacerlo".

Más beligerante se mostró Zaplana y se atrevió a hablar abiertamente de ruptura entre PP y PSOE. Afirmó que el reconocimiento que el PSOE hace de Batasuna como interlocutor político "rompe" el consenso alcanzado entre Zapatero y Rajoy.