Tras denostar a la juez Ruth Alonso por excarcelar a varios etarras, ayer el Gobierno cargó las tintas contra el magistrado José Ramón Soriano por actuar sin "la diligencia debida" contra el exdirigente de la banda terrorista ETA José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera . El vicepresidente Mariano Rajoy culpó a este juez del Tribunal Supremo de la huida del aún diputado vasco de Batasuna, que seguía en paradero desconocido al cierre de esta edición.

Tras la reunión de ayer del Consejo de Ministros, que presidió en ausencia de José María Aznar, Rajoy apenas se esforzó en disimular el malestar del Ejecutivo con el juez Soriano, instructor de la causa abierta en el Supremo contra Josu Ternera por el atentado etarra que en 1987 costó la vida a 11 personas en un cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza. Aunque en primera instancia se limitó a defender la actuación de las fuerzas de seguridad del Estado, el vicepresidente acabó responsabilizando al juez del Supremo de que el diputado aberzale se haya convertido en prófugo de la justicia.

DISGUSTO DEL EJECUTIVO

"Me hubiera gustado que las cosas se hicieran con la diligencia debida. A partir de ahí, corresponde a otros órganos, y no al Gobierno, tomar decisiones sobre este asunto", respondió Rajoy cuando se le pidió una valoración sobre la conducta del magistrado y sobre la posibilidad de que le expediente el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). ""Todo el mundo debe ser diligente a la hora de actuar", remachó.

El primer roce entre el Ejecutivo y el magistrado se produjo el 6 de noviembre, cuando Ternera desoyó la citación judicial señalada para esa fecha y anunció en el diario Gara que no acudiría al Supremo. En un confuso auto, el juez Soriano ordenó al Ministerio del Interior que pusiera al diputado vasco "a disposición" del Supremo al cabo de una semana. Un alto responsable de Interior pidió telefónicamente al juez que le aclarara si estaba ordenando la inmediata detención del exdirigente etarra. La respuesta fue afirmativa, pero la policía ya no pudo localizarlo.

Citado de nuevo en el Supremo el pasado miércoles, Ternera tampoco se presentó. Como recordó ayer Rajoy, tras esta segunda incomparecencia el juez tardó otras 30 horas en dictar la preceptiva orden de búsqueda y captura internacional, que Interior trasladó a la Interpol "con la máxima celeridad posible".

EL PAPEL DE LA POLICIA

Junto a estos reproches al instructor del Supremo, Rajoy exculpó de la huida de Ternera a Interior porque, subrayó, ha cumplido escrupulosamente sus obligaciones y con la ley". El vicepresidente recordó que la fuerzas de seguridad hubieran incurrido en una "actividad delictiva" de haber vigilado al diputado antes de tener el permiso judicial.